Como bien dice la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) "No hay ganadores cuando las regulaciones en los diferentes países entran en conflicto entre sí".
Sabemos que la aviación es una industria global y que uno de los principales desafíos que enfrentan las líneas aéreas internacionales que operan en diferentes países son las normas locales. El creciente número de normas relativas a derechos de los pasajeros en varios países es una de esas situaciones en las que resulta muy difícil entender quién gana y cuáles son las responsabilidades que una línea aérea tiene frente al pasajero.
Por este motivo y -considerando que el transporte aéreo es la forma más segura de transporte y que cada año más de 3 mil millones de pasajeros y más de 45 millones de toneladas de carga se movilizan de manera segura por vía aérea- es que en 1999 se firmó el Convenio de Montreal de 1999 (MC99). En él se establecen las responsabilidades de las aerolíneas en caso de fallecimiento, lesión o retraso a los pasajeros o en casos de demora, daño o pérdida de equipaje y carga.
En el acuerdo además se moderniza y unifican todos los diferentes regÃmenes de tratados internacionales que cubren la responsabilidad de una aerolínea que no estaban delimitados desde el Pacto de Varsovia en 1929. En resumen, éste que fue diseñado para ser un tratado único y universal para gobernar la responsabilidades de aerolíneas en todo el mundo.
Sin embargo, sólo 110 (equivalente al 57%) de los Estados contratantes de OACI 191 son partes del MC99. A este grupo, el 7 de mayo se ha sumado un nuevo miembro latinoamericano: Bolivia.
Cabe destacar que la ratificación global del MC99 es una prioridad de la industria aérea ya que ofrece a los consumidores una mejor protección y compensación y facilita los envíos de carga aérea haciendo los procesos más rápidos, mientras que las compañías aéreas cuentan con una mayor certeza sobre las reglas que afectan su responsabilidad.
Asimismo, establece el marco legal para que las compañías aéreas puedan hacer uso de documentación electrónica para los envíos, lo que reduce los costos y aumenta la eficiencia. IATA apoya esta resolución y está trabajando con los Gobiernos para promover los beneficios del MC99 e instar a su ratificación.
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