Ignacio Cueto, el máximo ejecutivo de LAN Airlines, dirigió la crisis que forzó a la firma a suspender más de 60 vuelos desde, hacia y en Argentina desde el viernes a las 18 horas hasta ayer a las 11.30 horas.
LAN tiene 33% del mercado doméstico argentino; el 23% de sus vuelos internacionales y factura casi u$s1.000 millones, una cifra similar al volumen de sus inversiones el mercado doméstico.
Cueto admite destacó al diario La Tercera de Chile que cedió a las presiones de Intercargo, la firma estatal de apoyo terrestre a las aeronaves, porque no hacerlo significaba un daño a sus pasajeros y a la reputación de la aerolínea. Ese, asegura, es el mayor costo.
En dinero, LAN Argentina deberá pagar la mitad de los u$s7,5 millones extra exigidos por Intercargo desde octubre de 2012 a la fecha. Y desde ayer, pagar un costo que LAN considera exhorbitante por los servicios de Intercargo: u$s18 millones adicionales a u$s32 millones que factura con esa compañía.
LAN expone las diferencias en cifras. Intercargo cobraba hasta ahora por su servicio -limpieza de aviones, transporte de pasajeros en buses, carga y descarga de equipaje, mangas para las aeronaves- u$s425 por un avión de pequeño tamaño. La nueva tarifa subió a u$s54. Por ese servicio, en Sao Paulo paga u$s383; en Perú u$s218 y en Colombia, u$s224.
«Ezeiza será el aeropuerto más caro del mundo», se queja Cueto.
El nuevo costo afectará el negocio en el país: en 2012, LAN Argentina ganó u$s9,5 millones.
Cueto inicia la historia así: Lan e Intercargo firmaron un contrato en octubre de 2012, el que rige hasta 2014. Ese mes llegó a la firma una nueva interventora, María Cecilia García, quien pertenece a la agrupación kirchnerista La Cámpora.
«Para La Cámpora, LAN es una amenaza y una competencia. Y al estilo de ellos, decidieron ir contra nosotros a través de subir los servicios terrestres», analiza Cueto.
La nueva administración exigió a LAN eliminar el descuento tarifario contenido en el contrato y comenzó a enviar facturas con el sobreprecio. LAN se negó a pagar y recurrió a la Justicia, donde el juez Francisco de Asis Soto le dio la razón a la chilena y forzó a Intercargo a prestar el servicio comprometido en el contrato.
El jueves, Intercargo envió una carta a LAN: le exigió pagar los u$s7,5 millones adeudados. Si no lo hacían, el servicio sería suspendido a las 18 horas del viernes. LAN volvió a la justicia y el juez Alejandro Saint Genez ordenó prestar el servicio y envió los antecedentes a la Justicia penal.
«No teníamos cómo predecir que esto iba a pasar. Los vuelos, primero, se venden con tres meses de anticipación. Actuamos con la mayor diligencia posible y supusimos, como pasa en cualquier país con un estado de derecho, que no iba a a haber un desacato y una medida tan arbitraria, con tanta impunidad. A las 6 de la tarde pararon. Cuando paran, ya estábamos metidos en un problema muy grave», afirma Cueto.
En este conexto, el directivo asegura que «tenemos un activo en Argentina y eso lo vamos a mantener. Lo que vamos a revisar es el crecimiento de nuestras inversiones allá. Lo que quiero dejar en claro es que no pensamos salir de Argentina, lo que sí tenemos que evaluar es cómo van a seguir nuestras inversiones».
«No es una amenaza, es un deber mínimo. Frente a la vulnerabilidad de los proyectos, tenemos que considerar el escenario en que nos estamos desenvolviendo. Amenaza sería decir que nos vamos a ir de Argentina. Tenemos un compromiso con Argentina y los argentinos. Es un gran país y este tipo de situaciones son tremendamente lamentables», recalca Cueto.
El directivo asegura que «hemos tenido siempre muy buena comunicación con el ex Presidente Kirchner y con la Presidenta Cristina Fernández, y siempre ellos nos han hecho saber que ven con buenos ojos que LAN exista en el mercado doméstico. También nos hacen saber de su preferencia por Aerolíneas y de que, en ciertos temas, van a privilegiar el carácter de compañía estatal de Aerolíneas. Ahora, en este tipo de cosas, uno no sabe hasta dónde está informado el Ejecutivo».
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