Antofagasta pasó de recibir 186.897 personas en 2014 a 126.192 en 2015. Atrás quedó el boom experimentado en 2012. En SKY acusan el impacto y redujeron la oferta en 14% a Antofagasta. En LAN admiten una caída en pasajeros de negocios.
La crisis que atraviesa la minería desde inicios de 2015 no solo ha impactado a las compañías de la industria, sino también ha dejado efectos colaterales en otros sectores.
Uno de los rubros que ha sentido el impacto es el de las aerolíneas. Hoy quedó atrás el boom observado en 2012, cuando el precio promedio del cobre de US$ 3,6 la libra llevó a las firmas del sector a aumentar la disponibilidad de naves y la contratación de charter.
Ahora, con un precio promedio del metal rojo -en lo que va de 2016- de US$ 2,04, la realidad es bastante diferente.
Este efecto se aprecia en la cantidad de vuelos realizados desde distintos puntos del país a las ciudades del norte que concentran la actividad minera. Por ejemplo, Antofagasta pasó de recibir 186.897 pasajeros en 2014 a 126.192 en 2015, según datos de la Junta de Aeronáutica Civil (JAC). En tanto, en Calama la cifra descendió desde 25.211 personas a 19.367, en igual período, mientras que Copiapó pasó de recibir 3.650 pasajeros a 610.
"Hemos visto una disminución importante de demanda en destinos como Antofagasta y Calama, principalmente. En este sentido, el segmento corporativo es el que más se ha visto afectado, es decir, hoy viajan menos mineros y profesionales ligados a la extracción de metale", afimaron desde SKY Airlines.
Detallaron que "dado la menor demanda por esta ruta y como consecuencia del nuevo modelo de negocios lowcost (…) durante 2015 eliminamos todas las rutas diferentes a Santiago – Antofagasta – Santiago, disminuyendo un 14% nuestra oferta a esa ciudad".
Algo similar ha experimentado LAN Airlines. "La desaceleración de la economía y del sector minero han sido factores que determinaron la disminución en el tráfico de pasajeros de negocios hacia rutas como Antofagasta, Calama y Copiapó. Esta última, además, afectada por la catástrofe que azotó la zona a principios de 2015, que generó disminución en la demanda de pasajero", indicaron desde la firma.
Otra empresa que se ha visto resentida es ONE Airlines, dedicada a vuelos charter. Sus principales clientes son trabajadores del Sindicato Interempresa de Trabajadores de Montaje Industrial, Obras Civiles y Actividades Anexas (Sinami), que agrupa a contratistas de la minería.
"Nos ha afectado directamente la menor actividad que está teniendo la minería, pues también está afectando a los proveedores de ella, donde tenemos varios cliente", sostuvo Juan Carlos Aguirre, gerente general de la firma. Añadió que "si bien seguimos operando, evidentemente hay menos vuelos de pasajeros ligados a esta industria. Hemos visto y vamos a seguir viendo una caída importante de nuestro tráfico si es que la minería no se reactiva"…