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Chile: Gobierno e industria trabajarán en prevención y control de los pasajeros insubordinados

Se calcula que una sola desviación o aterrizaje no programado para desembarcar y entregar a pasajeros insubordinados puede generar altos costos para las líneas aéreas, los que irían entre los 10 mil y hasta 200 mil dólares, de acuerdo con información entregada por la subdirectora de Asuntos Corporativos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), Ofelia Bárcena, durante el seminario titulado 72 Años de Aviación Civil Internacional, "Seguridad y facilitación: Un desafío para el transporte aéreo", organizado por la Junta Aeronáutica Civil de Chile (JAC), con el apoyo de la oficina local del organismo en Chile.

La definición de comportamiento indisciplinado es amplia e incluye el incumplimiento de las instrucciones de la tripulación, la amenaza de la seguridad en las aeronaves, los pasajeros y la tripulación.

El «miedo a volar» que conjugado con cualquier tipo de anormalidad en el vuelo, tales como retrasos, algún déficit de prestación del servicio abordo, la irritación por el comportamiento de otro pasajero, la frustración ante la prohibición de fumar o el uso de dispositivos electrónicos o factores emocionales como el estrés previo al vuelo o factores climáticos como fuertes turbulencias, además de la ingesta de drogas o alcohol, que representa el 23 por ciento de los incidentes, son algunos de los factores relacionados con estas conductas alteradas, donde un 11 por ciento de ellas, se registra en forma de agresión física.

A mediados de los años 70 se conocieron los primeros reportes de las tripulaciones de pasajeros con conductas conflictivas, tema que se ha incrementado con el correr de los años.

IATA afirma que los incidentes con pasajeros disruptivos son un problema en escala y precisa en un informe que entre 2007 y 2013 se registró en promedio un incidente por pasajero insubordinado por cada mil 613 vuelos alrededor del mundo. Mientras que sólo en 2015, se reportaron 10,854 casos y un incidente por pasajeros cada mil 205 vuelos.

Sobre el futuro

La masificación del transporte aéreo ha traído consigo esta situación. Sólo en Chile, se registra un viaje en avión per cápita anual y el Gobierno estima que la cifra se duplicará en 10 años, por lo que este tema toma mayor relevancia, como indicó durante la inauguración del evento, el Subsecretario de Transportes de Chile, Carlos Melo Riquelme.

Al respecto, el secretario general de la Junta de Aeronáutica Civil (JAC), Jaime Binder, aseguró que es importante que todos los miembros de la industria trabajen en conjunto y de manera proactiva con las autoridades de gobierno, para "encontrar soluciones ahora a un problema que en Chile podría ser creciente, para enfrentarlo adecuadamente en el futuro", destacó.

Binder propone hacer campañas de educación en las que se puedan "eliminar las asimetrías de información que existen, se genere un efecto ancla, se elimine la presión grupal o social- el 99,98 por ciento de los pasajeros no presentan quejas por un altercado ocurrido en un avión.

Por su parte, la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila), a través de su gerente general, el abogado Rodrigo Hananías, plantea que una buena medida en esta materia es que la DGAC ejerza la genérica facultad sancionatoria que establece el artículo 185 del Código Aeronáutico. En virtud de esa norma, la autoridad puede aplicar multas por infracciones a la normativa aeronáutica. Si un pasajero fuma en el baño, por ejemplo, más que una infracción al contrato de transporte, es una violación de una norma de seguridad, y es la DGAC la que puede imponerle una multa.

El gerente general de Air Canada en Chile, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela, Alfredo Babún, afirmó que en Chile las personas suelen mirar más por sus derechos y no sus deberes, por lo que también concuerda que es fundamental la información y la enseñanza en esta materia.

Babún agregó que hay aerolíneas en las que el pasajero insubordinado queda en una lista negra y en el caso de querer volver a volar en la aerolínea debe presentar una carta de descargos para que el departamento de seguridad analice su caso. Si bien destaca que es una iniciativa que ha mostrado buenos resultados, asegura que esa es una decisión de cada compañía.

Sin embargo, Hananías considera que crear una lista genérica en que todas las aerolíneas se pusieran de acuerdo para tachar a un individuo y no darle transporte aéreo, "excede lo razonable».

Todas las autoridades que participaron en el evento decidieron instaurar una mesa para que gobierno e industria se sienten próximamente a trabajar para adoptar un planteamiento conjunto para la prevención y el control de los pasajeros insubordinados en Chile.

Protocolo de Montreal

Actualmente, el comportamiento de pasajeros insubordinados alrededor del mundo, queda en sanciones administrativas, pues no existen instrumentos jurídicos para sancionar a un pasajero insubordinado que provoque agresiones físicas, alteración del orden al interior de una aeronave o incumplimiento de las instrucciones de la tripulación.

IATA trabaja para establecer mayores capacidades jurídicas a las aerolíneas y autoridades, a fin de que puedan sancionar a un pasajero insubordinado, ya que como afirmó Ofelia Bárcena, representante del organismo internacional, a nivel mundial se busca que exista una sanción adecuada en la mayoría de los países. Por eso plantea la necesidad de actualizar el Protocolo de Montreal, que otorga jurisdicción sobre los delitos y otros actos cometidos a bordo.

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