En una carta enviada a la prensa y que fue publicada en varios medios de relevancia en el país, Gabriela Peralta, Gerente General en Chile de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), dio una serie de motivos por los cuales el estado debería apoyar a la industria en esta crisis sin precedentes que vive el sector de los viajes a raíz de la propagación del virus COVID- 19. Recalcando la importancia del transporte aéreo para el desarrollo social, económico y cultural de los países. También la importancia de la conectividad y el rol de las aerolíneas para garantizar el abastecimiento, el traslado de mercancías, insumos médicos, órganos para trasplantes, muestras biológicas y personal necesario hasta zonas más remotas, tan necesario en estos días. Así como la repatriación de ciudadanos.
Puede leer la misiva completa a continuación:
¿POR QUÉ NO AYUDAR?
En las últimas semanas, mucho se ha hablado y discutido de si el Estado debe o no ayudar a las grandes empresas en medio de la crisis del COVID 19, entre ellas las líneas aéreas, provocando diferentes puntos de vistas y dejando de lado un análisis que hasta la fecha no se ha considerado del todo. ¿Por qué no ayudar?
Nuestro sistema aeronáutico es determinante en la integración de todo el territorio y de su población, con 47 rutas nacionales y 65 destinos internacionales que nos unen con el resto del mundo, facilitando el turismo, el traslado de personas y mercancías, el desarrollo de negocios y la productividad.
El transporte aéreo es un importante creador de empleo directo e indirecto -aerolíneas, aeropuertos, servicios públicos, servicios de tierra, catering, agencias de viaje, hoteles, restaurantes, museos, guías turísticos, tour operadores y muchas otras personas ligadas al rubro- la gran mayoría en pymes y medianas empresas, sustentando casi 200 mil empleos.
Ayudar a la industria aérea es apoyar a una cadena de valor que incluye compañías de tamaño familiar o corporativo, en una gran variedad de sectores. Gracias a la posibilidad de cubrir grandes distancias en tan solo horas, productos nacionales como salmones y frutas siguen siendo comercializados en el extranjero, generando importantes beneficios para nuestro país y sus personas, puestos de trabajo y desarrollo de comunidades.
Las aerolíneas también tienen un rol importante para garantizar el abastecimiento, el traslado de mercancías, medicamentos e insumos médicos, órganos para trasplantes, muestras biológicas, médicos y personal necesario hasta zonas más remotas, tan necesario en estos días. Así como divisas, documentos valorados y encomiendas.
Sin la aviación no habría repatriación, por ejemplo. Trabajo esencial que hoy están cumpliendo nuestras líneas aéreas.
Estamos completamente de acuerdo, que el desafío primordial es prevenir la expansión del virus, cuidar a los enfermos y erradicar la pandemia. Sin embargo, para ello es fundamental mantener a la industria aérea operando. Sin ella, no llegaran las vacunas ni los medicamentos a tiempo, se limitará el abastecimiento, las importaciones y exportaciones, entre otras urgencias,
El transporte aéreo es reconocido mundialmente como un catalizador de la economía, para su crecimiento y desarrollo, el comercio exterior y la inversión extranjera en el país, aportando US$ 7 mil millones al PIB, de los cuales US$ 1,9 mil millones son atribuibles al turismo. Las estimaciones afirman que las compañías aéreas perderán este año en Chile unos US$1.849 millones comprometiendo directamente a 11.474 puestos de trabajo en el país y hasta más de 47.000 de empleos indirectos. La crisis golpeará también al Estado, que verá reducidos sus ingresos si se pierde fuerza laboral, además de comprometer al sector importador y exportador del país.
Invito a que cuando se hable de aviación, se vea como un todo. El valor de la aviación para el desarrollo social, económico y cultural es invaluable. Ver la fila de aeronaves estacionadas en el aeropuerto de Santiago no es solo una imagen para la historia, es una señal de alarma – falta de conectividad, desempleo y lentitud en el abastecimiento que, más temprano que tarde, nos podría afectar a todos los chilenos. Entonces, ¿Por qué no ayudar?
Gabriela Peralta, Gerente General en Chile de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA)