La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en
inglés) solicita con urgencia una reunión con el Gobierno de Argentina tras la publicación del último
decreto gubernamental que anuncia nuevas y drásticas restricciones de los vuelos internacionales
hacia al país.
«Comprendemos que el Gobierno argentino está enfocado en proteger la salud y el bienestar de sus
ciudadanos. Como industria, hemos hecho todo lo posible para garantizar una conectividad segura del
país, a pesar de las drásticas restricciones operativas que ya existen. Sin embargo, la nueva reducción
de 70% en el número de pasajeros internacionales que puedan llegar diariamente al país, obligará a las
aerolíneas a dejar en el extranjero a miles de pasajeros, principalmente ciudadanos y residentes
argentinos, sin que ellos tengan la culpa», dijo Peter Cerdá, Vicepresidente Regional de IATA para las
Américas.
Argentina ya había puesto un tope de 2.000 pasajeros diarios que podían llegar en vuelos
internacionales. Esto había obligado a las compañías aéreas a reducir y modificar drásticamente sus
horarios. Pero según el último decreto emitido ayer por el Gobierno, con efecto inmediato, sólo se
permitirá la llegada de 600 pasajeros al día en vuelos internacionales.
«Tal como está, las compañías aéreas no podrán aplicar la nueva norma del Gobierno. Como mínimo,
deberían informar de cómo se distribuirán las 600 plazas entre las compañías aéreas que prestan
servicios internacionales de pasajeros al país. Esto debe hacerse de forma no discriminatoria y
transparente, por lo que hemos solicitado una reunión urgente con los responsables. Como industria,
nos gustaría seguir ofreciendo una conectividad aérea esencial hacia y desde Argentina, tanto durante
la pandemia como después. Pero al tomar estas decisiones unilaterales y de corto plazo, el gobierno
corre el riesgo de aislar aún más al país. Tenemos que aprender a vivir con el COVID-19 en adelante y las autoridades responsables tienen que seguir la ciencia y no dejar que el miedo guíe sus decisiones»,
concluyó Cerdá.