Aunque este año no planea subir la oferta de sillas entre Estados Unidos y las seis ciudades a las que vuela en Colombia, la aerolínea norteamericana American Airlines prevé capitalizar los incrementos en oferta puestos en marcha en el 2018.
José Freig, director de la firma para América Latina, reveló que luego de transportar 700.000 pasajeros en todas las rutas a Colombia y crecer un 16 por ciento el año pasado, la meta para el 2019 es superar ese porcentaje en tres o cuatro puntos porcentuales.
¿Qué perspectivas tienen en América Latina ante factores como el precio del petróleo, más oferta y las aerolíneas ‘low cost’?
En temas de competencia local, lo que hacemos es mostrar nuestro ‘networking’ para ofrecer a los pasajeros colombianos. Desde Colombia volamos a dos de nuestros ejes principales, que son Miami, donde hay 330 vuelos diarios, y Dallas, y allí hay más de 700 vuelos al día. Al llegar a cualquiera de los dos, el pasajero tiene el mundo en sus manos. Para contrarrestar las aerolíneas de bajo costo, en la compañía hicimos a una segmentación de la nave y ofrecemos diferentes productos.
¿Parecido a LATAM?
Pusimos un producto llamado ‘basic economy’, con el que esos pasajeros que no son viajeros muy frecuentes tengan la oportunidad de subirse en un avión, y hemos trabajado el tema tarifario para ofrecer precios competitivos en el mercado frente a esas aerolíneas.
Ahora hay unas aerolíneas ‘ultra-low cost’ y dentro de la definición en Estados Unidos, el producto cambia. Entonces, tenemos económica básica, económica, ‘premium’ economy y, luego, clase ejecutiva. Eso lo hacemos para contrarrestar ese tema en cuanto a tarifa.
Entonces, estamos trabajando la conectividad, siendo la aerolínea más grande en cantidad de vuelos, con 6.700 en promedio al día.
¿Y ha sido una buena respuesta?
Claro. La tarifa de ‘basic economy’ ha sido muy popular. Lo contrario de eso es la ‘premium economy’, la versión intermedia entre la clase ‘business’ y la de turista, que ha tenido mucho flujo y ha sido muy positiva para el pasajero, ya que las políticas de su empresa no lo dejan comprar ‘business’. El tener estos productos a bordo brinda la oportunidad de abrirle al consumidor un menú de opciones.
¿Los usuarios piden vuelos directos a otras ciudades en EE. UU.?
No solo tenemos como ejes a Dallas y a Miami. Tenemos a Nueva York, Charlotte, que está creciendo tremendamente; Filadelfia es un centro de conexiones muy importante. Luego de la fusión con U. S. Airways, estos dos últimos han sido muy importantes.
¿Qué mercado tiene mayor potencial en América Latina?
Argentina es claro porque estamos agregando vuelos. En México, el año pasado agregamos Oaxaca, y este año lo haremos con Durango, así como vuelos adicionales a Cancún y a Torreón. Colombia ha visto un 8 % de crecimiento de capacidad y hay oportunidades.
Es cuestión de ver qué funciona, si tres vuelos a la semana y según el tipo de avión.
¿En ciudades como Medellín, Cartagena y Cali, que están viendo?
Por el momento no estamos esperando crecimiento en Colombia, algo que puede cambiar, pero con las seis ciudades y rutas que tenemos (Bogotá, Medellín, Pereira, Cali, Barranquilla y Cartagena) estamos bastante cómodos.
¿Ni subir frecuencias?
En los últimos años hemos aumentado frecuencias y también el tamaño del avión. Teníamos un ‘jet’ regional que venía a Barranquilla y ahora es un ‘jet’ regular. También subimos a dos frecuencias en Medellín.
Colombia es el destino número uno en Sudamérica y hace tres meses se añadió Pereira, pero hace un año y dos meses se agregó Cartagena. Y hace dos años y medio, Barranquilla.
¿Y cómo se han desempeñado?
De hecho, en Cartagena y donde la demanda lo pide, colocamos un poco más de capacidad. En Cartagena, entre el 19 de diciembre y el 7 de enero volamos un Boeing 737, con un 16 % más de sillas diarias. La ocupación de nuestros vuelos en 2018 se comportó muy bien.
Transportamos más de 700.000 pasajeros en todas nuestras rutas, para un crecimiento del 16 por ciento…
