La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró hoy que las concesiones para administrar varios aeropuertos del país llevadas a cabo por su gobierno en los últimos meses, se hizo en respuesta a la necesidad de «transformar radicalmente» sus condiciones de funcionamiento.
La mandataria participó este día en Río de Janeiro (sureste) en el acto de firma de concesión del aeropuerto internacional de esta ciudad, que es el principal destino turístico del país.
Rousseff reconoció que es necesario renovar y modernizar las instalaciones aeroportuarias del país a través de la participación de la iniciativa privada, anteriormente en manos de la estatal Infraero.
La terminal fue concesionada para los próximos 25 años al consorcio Aeropuertos del Futuro, liderado por la constructora nacional Odebrecht con el 60 por ciento, cuyo operador es la firma de Singapur Changi, con el 40 por ciento.
En noviembre pasado, el consorcio ganador pagó por la concesión 19.018 millones de reales (unos 8.645 millones de dólares), monto que representó casi cuatro veces el mínimo exigido.
El contrato incluye los derechos para administrar, modernizar y reformar el aeropuerto Galeao de Río de Janeiro, que es el segundo mayor del país después del internacional de Guarulhos, en la ciudad de Sao Paulo (sureste).
El año pasado, la terminal incrementó en 10 por ciento el número de pasajeros respecto a 2006, para totalizar 17,1 millones.
Inicialmente se adjudicaron los aeropuertos de Sao Paulo, Brasilia (capital) y Campinas (en el estado de Sao Paulo) a operadoras de Sudáfrica, Argentina y Francia, y en noviembre pasado se hizo lo propio con los de Río de Janeiro y Belo Horizonte (centro-este).
El concesionario para administrar el principal aeropuerto de Río de Janeiro, se comprometió a realizar inversiones por 3.500 millones de reales (1.590,9 millones de dólares) en la construcción de 26 nuevos espacios de embarque, así como ampliación del patio de…