Las compañías aéreas regionales y los centros de conexión que dominan están en una posición única para competir con líneas europeas
La Copa Mundial de Fútbol hizo que los ojos del planeta centraran su atención no sólo en Brasil, sino en muchos otros países latinoamericanos que disfrutaron de este protagonismo adventicio.
Si bien tras el Mundial la fiebre del fútbol ha ido perdiendo intensidad, las perspectivas optimistas sobre América Latina siguen vigentes.
Uno de los campos en los que esto se pone de manifiesto con mayor claridad es la aviación.
Debido a la limitada infraestructura de carreteras y ferrocarril de América Latina y a sus barreras geográficas para el comercio y la comunicación, en sus primeros años el transporte aéreo era más habitual en la región que en Europa o EEUU, pese a que las aerolíneas latinoamericanas tenían flotas más pequeñas que sus competidores extranjeros.
A principios de 1990 la industria aérea latinoamericana marcó su primer "˜gol"™ cuando las compañías Taca (que ahora forma parte de Avianca), LAN y TAM (que actualmente conforman Latam Airlines Group) aunaron esfuerzos para la compra colectiva de 90 aviones Airbus. Fue la primera vez que se realizó una adquisición común entre aerolíneas, y se hizo con el fin de garantizar precios más competitivos. Este acuerdo histórico, apodado el "˜Tres Amigos Deal"™, supuso el mayor contrato firmado en la historia de la aviación latinoamericana y vaticinó el principio de un gran crecimiento de las compañías de la región.
En el campo de fútbol, como en el panorama aeronáutico, América Latina se está convirtiendo en una potencia a tener en cuenta. Hay ciertos competidores que se hacen respetar, y este es el caso actual de las aerolíneas de la región. Tanto las empresas más antiguas del sector como las recientemente creadas tienen una enorme aptitud para hacerse con cuotas de mercado de sus competidores extranjeros, especialmente en las rutas de larga distancia.
Mientras líneas aéreas estadounidenses como American, Delta y United han ampliado su servicio en América Latina, los expertos coinciden en que el número de asientos ofrecidos en rutas de larga distancia entre la región y el resto del mundo sigue siendo escaso. En 2013 las seis principales compañías aéreas de América Latina ostentaron 20% de la cuota de mercado de los vuelos de larga distancia. Esto contrasta con las cifras de las seis principales compañías aéreas de América del Norte y de Europa, que aglutinan 40%, según datos del informe anual Airbus Global Market Forecast (GMF) producido por Airbus.
Así, las compañías latinoamericanas y los "˜hub"™ (centros de conexión) regionales que dominan (Sao Paulo, Buenos Aires, Bogotá y Lima) están en una posición única para competir con empresas europeas y estadounidenses generando pasajeros de largo recorrido a partir de su propio tráfico doméstico. Durante mis más de 30 años en esta industria de la aviación ha sido fascinante ser espectador y partícipe de este emocionante juego de alta competición, y estoy impaciente por ver la consolidación de América Latina como "˜hub"™ clave de la aviación.
Se espera que varios grupos de aerolíneas financieramente fuertes y que cotizan en Bolsa ayuden a las compañías aéreas de América Latina a aumentar sus ganancias colectivas de los $200 millones de beneficio obtenidos en 2013, a los más de $1.000 millones previstos en 2014, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata). Por ejemplo, Latam Airlines Group es la aerolínea de mayor tamaño en la región, y ha crecido hasta convertirse en el sexto cliente más grande de Airbus en todo el mundo y el cuarto mayor operador de los aviones de la familia A320.
El número de aviones Airbus que operan en América Latina se ha triplicado en la última década y, según el GMF, también se espera que en esta misma región el tráfico aéreo crezca aproximadamente 5,6% anualmente en los próximos 20 años, una tasa extraordinaria en comparación con el promedio mundial, de 4,7%. Precisamente esta expansión y la llegada de aviones nuevos ha provocado la reducción de la edad media de la flota de aviones en servicio de América Latina, que ha bajado 42% desde el año 2000, situando el promedio en 9,5 años, muy por debajo de la media de América del Norte e incluso de la media mundial.
Curiosamente, este crecimiento en la región lo están impulsando tanto las compañías tradicionales como las de bajo coste. América Latina alberga a una población de unos 600 millones de personas, entre las que se encuentra una clase media que se está expandiendo con mucha rapidez. En concreto, ha crecido 50% en la última década, lo que representa 30% del total de la población. México, Brasil, Colombia y otros países de América Latina están entre los mercados que más atraen a quienes llegan por primera vez por viajes de placer o negocios, y a esto se añade el auge del comercio intrarregional.
El tráfico aéreo de México, por ejemplo, está creciendo por encima de la media mundial. Esto se debe a que se sitúa en el primer puesto del ranking de destinos turísticos internacionales preferidos por los ciudadanos canadienses y estadounidenses; y también a su creciente clase media, que dispone de recursos económicos que les hacen asequibles los viajes nacionales…