David Neeleman no es muy conocido en Europa. Pero en Estados Unidos es un empresario de prestigio porque ha dedicado su vida a crear aerolíneas: Morris, que vendió a Southwest, WestJet en Canadá, Azul en Brasil y su última aventura, Jet-Blue un proyecto de éxito, en el que Neeleman se aplicó y demostró que había hueco.
Neeleman, sin embargo, ya se ha olvidado de Jet-Blue, que opera sola. Pero no se ha olvidado de la aviación porque ahora Neeleman anuncia que va a crear otra aerolínea, Moxy, con otros atractivos para romper el mercado, porque él cree que aún hay formas de operar que los demás no han explorado.
Neeleman cree que este proyecto se ha de basar en la tecnología y en cobrar por todo, desde la distancia que el viajero quiera respecto del asiento anterior a la comida.
Y todo basado en lo que para él es un avión ejemplar, el nuevo Airbus 220. Neeleman explicó qué es Jet-Blue: un servicio de atención al cliente que tiene una aerolínea detrás; Moxy será una empresa tecnológica que opera aviones. Atención al cliente en un caso, tecnología en el otro, serán los ejes centrales(JetBlue va a competir con Norwegian en el Atlántico Norte).
El primer paso de Neeleman es comprar 60 aviones A220 para operar cortas y medias distancias con aviones pequeños. La estrategia parece que no se basa como en otras aerolíneas en comprar aviones baratos, de segunda mano, sino en ir a los mejores, nuevos, que permiten ahorrar más dinero.
Los analistas creen que puede haber problemas: falta de espacio aéreo, en los aeropuertos, carencias de pilotos. Otros expertos dicen que mientras todos van a aviones más grandes, que reducen los costes, Neeleman busca aviones pequeños, lo cual no es muy convincente…