Cualquiera que haya intentado dormir durante un largo vuelo nocturno, con el afán no solo de que el tiempo pase más rápido sino de intentar compensar un más que previsible jetlag, sabe que todo el viaje irá acompañado por un ruido de fondo, no demasiado estridente pero sí constante y con la capacidad de arruinar el sueño y hasta de provocar un interesante dolor de cabeza.
Este ruido, sin embargo, podría desaparecer gracias a una investigación conjunta de ingenieros de la Universidad del Estado de Carolina del Norte y del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Liderados por el profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial Yun Jing, han desarrollado una membrana que puede ser incorporada a la estructura de los aviones y que reduce significativamente el ruido de baja frecuencia que llega a la cabina…