Desde hoy y hasta el 28 de octubre se desarrollará la consulta ciudadana sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, propuesta por el presidente electo Andrés López Obrador y que enfrenta posiciones encontradas.
Se trata de dos opciones: continuar con la megaobra del aeropuerto que el actual gobierno construye en la zona de Texcoco; o votar por el proyecto de López Obrador de ampliar el actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez con la construcción de dos pistas en la base militar de Santa Lucía que, afirma, sería mucho menos costoso.
El tema es de gran polarización pues las cúpulas empresariales, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), políticos, agrupaciones de ingenieros e incluso una asociación de aerolíneas de Estados Unidos apuestan por la colosal obra gubernamental, por la cual México tendría uno de los aeropuertos mayor capacidad y modernidad del planeta.
Del lado de quienes están contra la propuesta del presidente electo se afirma que cancelar la terminal de Texcoco daría un mensaje de inseguridad a los inversionistas, con efectos negativos en la BMV y en la cotización del peso mexicano.
No va a suceder nada, porque para meter miedo, como todo, se habla que pueden haber desequilibrios macroeconómicos, problemas en la Bolsa, devaluación. Nada de eso, porque nos vamos a entender con las empresas contratistas, refutó el próximo gobernante mexicano.
A los inversionistas les recordó que quien respalda los bonos es el gobierno. ‘Además están muy asegurados porque esos bonos se pagan, se respaldan, con lo que se le cobra al usuario en el aeropuerto. No hay ningún problema, hay suficiente dinero para respaldar esos bonos’, aseguró…