El sindicato más grande de asistentes de vuelo de Estados Unidos no está contento con el reciente cambio en la normativa de seguridad aérea que permite utilizar dispositivos electrónicos en el avión.
Según informa el Wall Street Journal, la queja de los auxiliares de vuelo se refiere a seguridad. Según el personal de cabina, los momentos de despegue y aterrizaje son los más propensos a sufrir turbulencias, y un movimiento brusco del avión podría convertir móviles, tabletas y lectores de libros electrónicos en peligrosos proyectiles improvisados (Se ve que los vasos de cristal que reparten en clase ejecutiva antes del despegue son completamente inofensivos si salen disparados a gran velocidad).
Además, las azafatas se quejan de que los pasajeros no prestan atención a la demostración de seguridad porque andan pendientes de sus dispositivos…