Alcanzar cero emisiones netas de carbono para el 2050 es el objetivo del sector de la aviación. Para hacer realidad esta compleja tarea será necesario el uso del combustible sostenible, la implementación de nuevas tecnologías aeronáuticas y una estrecha colaboración entre la industria y el Gobierno.
Viajar en avión es una actividad que no pierde dinamismo, especialmente cuando existen vuelos comerciales a muy bajo costo. La demanda es tan intensa que la flota mundial de aviación comercial crecerá en un 94% para el 2042, según Avolon. Si bien se trata de un despegue considerable que tendrá como protagonistas a los nuevos usuarios de Asia y Latinoamérica, la Comisión Europea advierte que las emisiones de gases de efecto invernadero provocados por la aviación podrían aumentar en más del 300% a mediados de este siglo.
Esta realidad ha llevado a un compromiso importante en el rubro: los más de 180 Estados que conforman la Organización de Aviación Civil Internacional de la ONU firmaron el compromiso de alcanzar cero emisiones netas de carbono para el 2050. ¿Qué medidas acordaron en esta negociación? Entre ellas, aumentar la producción y el uso del combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) y potenciar tecnologías innovadoras.
Los retos y el combustible sostenible
La tarea es desafiante. Si comparamos a la aviación con otros modos de transporte, el sector carece de distintos combustibles alternativos que permitan reemplazar al petróleo. Además, pese a que la industria aerocomercial está desarrollando aviones que funcionarán con hidrógeno o baterías, estos solo podrán cubrir distancias cortas. “Contrastemos esta situación con la de los trenes, que pueden funcionar con electricidad generada por energía eólica, solar o hidráulica, o con los vehículos impulsados por baterías que pueden, incluso, autogenerar su propia energía. Esto no ocurre en nuestro sector”, expresa Pedro de la Fuente, gerente senior de Asuntos Externos y Sostenibilidad para las Américas de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
«Descarbonizar la aviación no es una tarea fácil. Por eso es crucial que la industria trabaje estrechamente y en colaboración con el gobierno para desarrollar las políticas públicas e incentivos que garanticen que el sector pueda crecer y prosperar, pero cumpliendo con las responsabilidades ambientales», dice Pedro de la Fuente.
Una opinión similar tiene Diego Martínez del Río, jefe de sostenibilidad de LATAM Airlines, al afirmar que la aviación es un sector difícil de descarbonizar, especialmente porque el SAF no se encuentra a gran escala. No obstante, la industria continúa apostando por este combustible sostenible, ya que puede reducir las emisiones de CO2 hasta en un 80%.
Un claro ejemplo es que LATAM Airlines ha realizado más de 15 vuelos con SAF. “Más allá de esto, el mensaje clave está asociado con la falta de desarrollo del combustible. Actualmente, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estima que el consumo de SAF es inferior al 1% de la necesidad que tiene la industria a nivel mundial. Por eso, desde LATAM participamos activamente en las instancias público-privadas que buscan la creación de condiciones habilitantes para desarrollar este mercado en nuestra región”, menciona Martínez del Río…