La semana pasada se anticipó una fuerte tormenta invernal, con nevadas que afectarían a unos 300 millones de personas en Estados Unidos. Pero desde el lunes los meteorólogos hablan de un fenómeno de mayor duración y que cubre un área más extensa: el vórtice polar. Se trata de un ciclón de aire extremadamente frío situado normalmente en el norte de Canadá, pero que estos días se ha desplazado hacia el sur acompañado de fuertes ráfagas de viento. Los estadounidenses están viviendo, así, una sucesión de fenómenos invernales desconocida: primero frío, luego una tormenta de nieve seguida de lluvia, y ahora un vórtice llegado del Polo Norte. Las sensaciones térmicas, que alcanzan los -53 °C, inéditas en 20 años, la caída de nieve y granizo provocaron la muerte de una docena de personas en menos de una semana. Y los servicios meteorológicos todavía anuncian la llegada de un frente frío en el este. La paralización del tráfico aéreo se convirtió ayer en una pesadilla para muchos estadounidenses que no consiguieron llegar a sus casas tras las vacaciones de fin de año, mientras varias escuelas debieron permanecer cerradas en estados donde las autoridades llamaron a la población a permanecer a resguardo en sus hogares. Varios aeropuertos se vieron afectados y más de 4 300 vuelos debieron ser anulados -la mitad en Chicago- y 6 500 retrasados, según el sitio especializado FlightAware. Pasajeros en Guayaquil también fueron afectados El área de preembarque del aeropuerto José Joaquín de Olmedo, en Guayaquil, se convirtió ayer en una gran zona para acampar. La fila de pasajeros empezaba en los counters de salidas internacionales, serpenteaba por toda la sala y se extendía hasta el área de salidas nacionales. A Heidi Longo le sorprendió que la terminal aérea estuviera tan repleta. «Están desesperados. Quieren embarcarse pronto. Desde el lunes comenzó el alboroto», contó la joven vendedora de boletos de lotería en una isla junto a las ventanillas para vuelos nacionales. Decenas de viajeros, con pesados equipajes, coparon toda la sala en busca de un vuelo hacia Estados Unidos. Algunos permanecían en pie; otros buscaban descanso sobre sus maletas mientras seguían de cerca los cambios en las pantallas de información. Desde el jueves 2 de enero varios itinerarios fueron suspendidos por la ola de frío polar en el norte y noroeste de EE.UU.
Ayer, los usuarios de al menos cinco vuelos se amontonaron frente a las ventanillas de las aerolíneas para conseguir un cupo en el siguiente avión que estuviera disponible. El rostro pálido de Brian RamÃrez se perdía entre la multitud. El joven debió volver a Nueva York hace seis días, pero ayer aún no le confirmaban si podría viajar. Llegó antes de las 10:00 al aeropuerto y no sabe si su visita a Ecuador por Navidad le causará problemas al pisar suelo estadounidense. Estudia en el Lincoln Technical Institute. «No puedo faltar. Y ya hace tres días empezaron las clases». Otros ecuatorianos no saben si podrán seguir en sus trabajos. Gustavo Martínez tenía un boleto para el lunes a las 14:15. «Nos mandaron a un hotel porque el vuelo está reprogramado». Este guayaquileño vive hace 9 años en Long Island, Nueva York. «Dicen que la temperatura está bajo 50 grados. Nunca se había visto algo así en los últimos 30 años»…