Una de las primeras medidas de Alberto Fernández como presidente de la Argentina será la profundización del control de divisas. Entre las iniciativas para ello se anunció la creación de un impuesto a los gastos con tarjeta de crédito en el exterior, para “desestimular” el turismo emisivo, que ya se encuentra severamente golpeado por las devaluaciones. Sin embargo, como la implementación no es inmediata, se generó una avalancha de reservas y consultas de pasajeros que buscan anticiparse al gravamen.
El jefe de Gabinete argentino, Santiago Cafiero, confirmó este domingo 15 de diciembre que el Gobierno nacional avanzará en la implementación de un impuesto a los gastos con tarjeta de crédito en el exterior, conocido como “dólar turista”, ya que impacta principalmente en los viajeros argentinos que consumen fuera del país.
En los últimos días, los rumores indicaban que el presidente Alberto Fernández buscaría avanzar en alguna medida de este tipo para profundizar el control sobre las divisas, que en el país se conoce como “cepo”. Los trascendidos hablaban de una tasa del 20%, pero Cafiero adelantó que sería del 30% y que, además, sería a través de un impuesto.
Para que eso se pueda concretar, el Gobierno deberá presentar un proyecto en el Congreso y lograr su aprobación, lo que extiende el plazo para su implementación. Vale recordar que cuando este sistema fue aplicado por la administración de Cristina Fernández de Kirchner (hoy vicepresidenta), se llegó a cobrar hasta un 35% de recargo, pero a cuenta de los impuestos a las Ganancias y a los Bienes Personales, lo que permitía percibirlo sin necesidad del Parlamento.
Teniendo en cuenta la brecha de tiempo entre el anuncio y su posible puesta en práctica, lo que se generó en el mercado fue el efecto contrario: a poco del inicio de la temporada alta, las grandes agencias de viajes registraron una avalancha de consultas, reservas y de pagos de reservas ya hechas, por parte de pasajeros que buscan anticiparse a este posible impuesto…