Los tres grupos aeroportuarios privados de México arrancan en 2019 y 2020 la negociación con el gobierno en torno a las inversiones en sus aeropuertos y las tarifas máximas de uso aeroportuario que cobrarán. El entorno no será sencillo, pues deberán considerar un panorama totalmente distinto al de hace apenas un par de años, negociarán con una nueva administración y deberán invertir en lo que no hicieron en años previos.
Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) y Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA) concluyen sus programas maestros de desarrollo entre 2018 y 2020. Tanto Asur como GAP ya tienen delineados sus planes de inversión para los siguientes cinco años, que juntos suman más de 31,000 millones de pesos.
“Lo que falta es que las empresas y el gobierno establezcan planes de inversión en nueva infraestructura y no solo de conservación y mantenimiento. Ahora ya lo están haciendo y por eso las inversiones son mayores, estiraron la liga a reventar y es hasta ahora cuando se proyectan inversiones necesarias desde hace muchos años”, explica Fernando Gómez, analista de aviación y aeropuertos independiente.
Planes maestros de desarrollo de grupos aeroportuarios
Datos en millones de pesos
Fuente: OMA, GAP y Asur.
El primer grupo en anunciar su Plan Maestro de Desarrollo el año pasado fue Asur, de Fernando Chico Pardo. El grupo acordó con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) inversiones en México por 10,896 millones de pesos, superiores en 43% a las del quinquenio previo. Adolfo Castro Rivas, director general de Asur, explicó en junio de 2018 a analistas que los principales proyectos incluyen una línea de taxis para la segunda pista del aeropuerto de Cancún, la primera expansión de la terminal 4 del mismo aeropuerto y una expansión mayor del edificio terminal del aeropuerto de Mérida.
Las inversiones anunciadas fueron considerablemente superiores a lo que analistas de JP Morgan anticipaban, de alrededor de 3,100 millones de pesos. “Podemos notar que 54% de las inversiones deben ejecutarse en el aeropuerto de Cancún, que fue responsable del 76% de los pasajeros de la compañía en 2017”, cita el reporte de la casa de bolsa. Una de las sorpresas para JP Morgan fue que Asur logró negociar un incremento promedio de 4.1% en tarifas máximas, cuando la expectativa era una reducción de 5%. El incremento, mencionó, ayudaría a compensar las inversiones mayores a las esperadas.
De acuerdo con Gómez, la renegociación de tarifas se dará en un momento importante en que el sector aeronáutico han señalado a México como uno de los países más caros para las aerolíneas. La decisión de las tarifas, agrega, deberá efectuarse considerando no solo el beneficio del sector, sino también la competitividad que pueda restar a México tener aeropuertos costosos, con lo que ello implica en el costo de los boletos de avión para pasajeros internacionales…