La huelga en la compañía francesa Air France entró hoy en su segunda semana con un alto nivel de acatamiento de los pilotos, quienes demandan iguales condiciones salariales y laborales para todos los navegantes.
El epicentro del conflicto es un plan de la empresa de ampliar su filial de bajo costo Transavía, que -según los sindicatos- implicará una recarga de las labores de la tripulación, reducirá el tiempo de descanso, provocará una baja de los salarios y la deslocalización.
Ante ese proyecto el Sindicato Nacional de Pilotos de Línea (SNPL) exige la firma de un contrato con iguales salarios para todos los que comanden una nave de más de 100 plazas, independientemente de si laboran en Air France o en Transavía.
El secretario de Estado de Transportes, Alain Vidalies, llamó a los trabajadores a retomar sus labores y señaló que las líneas de bajo costo no son una elección, sino un paso obligado para una compañía «financieramente frágil».
Jean-Louis Barber, presidente del SNPL, afirmó, por su parte, que ellos no se oponen al desarrollo de Transavía, pero reclaman equiparar las condiciones de trabajo.
«La dirección de Air France pasa su tiempo diciendo que los pilotos están en contra del desarrollo de Transavía. Esa es la más grande mentira del momento», afirmó Barber.
El paro comenzó el 15 de septiembre y está previsto que se extienda hasta el 26, lo cual lo convertiría en el más prolongado registrado en esa firma desde 1998, cuando una huelga duró 10 días.
En estos momentos, 65 por ciento de los pilotos prosiguen la protesta y la compañía debió cancelar este lunes casi el 60 por ciento de los vuelos…
