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Entrevista al Gerente General de Ecogal, primera terminal aérea ecológica y sostenible del mundo

Desde el año 2012, el Aeropuerto Seymour de Baltra, en el archipiélago de las islas Galápagos en Ecuador, también conocido como Aeropuerto Ecológico de Galápagos (Ecogal), ofrece los mismos servicios que cualquier otro aeropuerto del mundo, sin embargo esta moderna terminal se destaca por haber sido diseñada y construida teniendo en cuenta la relación con el entorno natural en el que se emplaza y opera buscando reducir al máximo el impacto ambiental, la integración de las comunidades locales, la protección de la fauna local y la lucha contra el tráfico de especies, convirtiéndose por esto en la primera terminal aérea ecológica y sostenible del mundo. En entrevista con ALN News, su gerente general, Jorge Rosillo, se refiere a estos temas.

-¿Qué significa ser una terminal ecológica y además sostenible?

El Aeropuerto es ecológico desde su concepción. Fue ideado y construido en base a estudios ambientales que permitieron utilizar los recursos naturales existentes en la isla, como los vientos predominantes y el movimiento solar para determinar su ubicación y ofrecer una climatización natural, evitando el uso de aire acondicionado. Así también, su diseño incluyó techos altos con rejillas mecánicas que poseen sensores para medir la temperatura y la concentración de CO2, extrayendo automáticamente el aire caliente. Cuenta con amplios ventanales que ayudan a la iluminación y utiliza elementos reciclados como las tuberías de petróleo, que se encontraban en desuso en la Amazonia, como estructura de toda la terminal. Así también, se reutilizó madera y metal de la terminal anterior para construir los locales comerciales de la actual. Otro aspecto importante, es el uso de materiales propios del entorno como la piedra volcánica, entre otros.

De lo que tenemos conocimiento, nunca antes se había realizado una terminal completa de manera sustentable y que haya sido certificada LEED nivel Oro por el U.S. Green Building Council, lo que avala nuestro trabajo y nos convirtió en el primer aeropuerto ecológico del mundo.

Al ser un proyecto que fue concebido de manera ecológica, la incorporación de la sostenibilidad en nuestras decisiones empresariales se dio de manera orgánica y forma parte de nuestros valores y propósito. Nuestra operación es coherente con ello y por 5to año consecutivo somos Carbono Neutro, siendo los primeros en lograrlo en la región. Además, estamos certificados ISO 14001.

A medida que avanzamos en un estilo de negocio sostenible, nos hemos involucrado con otros de los Objetivos de Desarrollo Sostenible adicionales al ODS.13 Cambio Climático, entre ellos destaco el ODS.5, Igualdad de Género.

El aeropuerto fue catalogado por el BID Invest como “Empleadores de Preferencia”, luego de ser diagnosticados y medidos con la herramienta WEP, una herramienta creada mundialmente para medir a las empresas sobre su desarrollo en la igualdad de género. Más del 50% de los funcionarios del aeropuerto son mujeres. Somos firmantes de la Carta de Compromiso de los 7 principios de empoderamiento femenino de la ONU mujeres, modificamos el código de ética y además, creamos el Comité de Género que se encarga de atender las necesidades de nuestras compañeras, empoderarlas y buscar su desarrollo y el de la comunidad femenina de nuestro entorno cercano.

Actualmente soy el vicepresidente de Pacto Global Ecuador, lo que me permite tomar acciones más directas con el sector empresarial y los ODS.

-¿Qué los impulsó a ser pioneros en idear, diseñar y construir, en su totalidad, un edificación de estas características?

Corporación América, el mayor operador aeroportuario privado del mundo, ha construido más de 50 aeropuertos globalmente, operando todos ellos, y consideró que era necesario y oportuno, ofrecer a los pasajeros un aeropuerto que rompa todos los esquemas y compruebe al sector aeroportuario y al mundo en general, que se puede ofrecer un servicio de calidad mientras se protege el ambiente.

Recordemos que el sector aeronáutico es uno de los más contaminantes y de ahí la necesidad de tomar acciones responsables que nos dejen seguir conectando personas en todas partes del mundo, dentro de un planeta sano que nos permita a todos seguir disfrutando de él y qué mejor que lo hagamos en un Patrimonio Natural de la Humanidad, como son las Islas Galápagos, referente de la ecología y respeto al ambiente.

-¿Nos podría destacar alguna de las estrategias para convertirse en una terminal con estas características?

Citaré las destacadas en la Certificación LEED, Nivel Oro, la cual fue concedida por el diseño y construcción, reflejadas en una nueva terminal que optimiza el uso de energía, iluminación y consumo de agua; además, por la utilización de materiales ecológicos y reutilizados.

Es decir, todas las estrategias y características ambientales fueron valoradas y certificadas. Entre ellas sobresalen:

  • La recuperación de áreas afectadas y la reforestación de flora endémica.
  • La reducción del consumo energético y la producción de energía limpia.
  • La iluminación y ventilación natural adecuada en todos los espacios.
  • La reducción del consumo de agua, tratamiento y reutilización de aguas.
  • La reutilización de más del 80% de material del antiguo aeropuerto.

Una de las características más impactantes es que el Aeropuerto Ecológico de Galápagos funciona al 100% con energía renovable (solar y eólica), generada en un 35% por paneles fotovoltaicos instalados en las caminerías de la terminal y el 65% restante, por molinos eólicos ubicados estratégicamente en la zona del aeropuerto.

– Pese a que los pasajeros han ido aumentando, el aeropuerto de Galápagos es referente a nivel mundial por el uso de energías renovables, en 2017 Ecogal se convirtió en el primer aeropuerto Carbono Neutro de América Latina y El Caribe. ¿Qué significa esto, cómo se logra y cómo califica todo el proceso que enfrentaron, cuáles fueron los principales retos que debieron sortear y qué conclusiones puede sacar de ello?

Los impactos ambientales se pueden dar a: Aire, Suelo, Agua, flora y fauna. Cualquier actividad que realicemos afecta de una u otra manera a alguno de estos 5 factores. ECOGAL ayuda al Ecosistema disminuyendo el impacto al aire, específicamente reduciendo sus emisiones de gases de efecto invernadero con nuestro programa de Huella de carbono cuyo objetivo final es llegar a ser carbono neutro.

Reducimos el impacto al suelo con una buena gestión de residuos, almacenando y entregando a algún Gestor Ambiental o la autoridad competente, los residuos peligrosos que se generan en el aeropuerto (aceites, llantas, pilas, baterías).

Reducimos el impacto al agua con nuestra planta de tratamiento de aguas residuales en el cual aprovechamos el 100% del agua para el riego de plantas en nuestro propio vivero. Hacemos análisis y estudios de las condiciones para el uso del agua para cada tipo de evento. Nuestra agua es apta para el consumo humano lo que nos permite visualizarnos hacia una posible eliminación completa de plásticos, pero la respuesta de los usuarios siempre juega un papel importante al final de esta decisión, pero nosotros estamos listos.

Reducimos el impacto en la naturaleza al contar con una Estudio de Impacto Ambiental en el cuál se considera todas las necesidades de la flora y fauna del lugar, realizando monitoreos constantes en la Isla Baltra junto con las autoridades ecuatorianas, el Parque Nacional Galápagos, para la preservación de las mismas.

Todo lo descrito anteriormente está administrado por nuestro sistema de gestión ambiental basado en la norma ISO 14001:2015 que incluye la estructura organizativa, la planificación de las actividades, las responsabilidades, las prácticas, los procesos, los procedimientos y los recursos para desarrollar, implantar, llevar a efecto, revisar y mantener al día los compromisos en materia de protección ambiental.

Es decir, todas nuestras decisiones responden a un interés ambiental. Respondiendo a su pregunta de qué ha sido lo más difícil de reducir en el aeropuerto, son las emisiones de gases de efecto invernadero que emiten los stakeholders, porque implica crear conciencia ecológica y alianzas estratégicas que estén encaminadas hacia una logística verde a nivel aeroportuario, involucrarlos de manera activa y hacerlos parte de nuestro compromiso con el Planeta, está fuera de nuestro control absoluto, pero poco a poco hemos logrado que vean que nosotros vamos en serio y que su aporte no solo es necesario sino, indispensable para continuar manteniendo relaciones comerciales.

-¿Ven interés de otras terminales en seguir el misma camino que ustedes?

Cada día más. Cuando nosotros empezamos en este camino, eran muy pocas las terminales en el mundo que habían decidido hacer algo en este aspecto. Muchos de ellos hicieron sus ampliaciones de manera ecológica, pero seguían siendo proyectos aislados, no integrados realmente al giro del negocio. Ahora vemos un interés más global, no en un simple programa, sino decisiones reales que involucran la forma de administrar un aeropuerto como tal. Es muy emocionante como hemos sido ejemplo en el sector para poder demostrar que sí es rentable y seguro.

¿Cuál es el trabajo que realiza el aeropuerto contra el tráfico ilegal de vida silvestre? ¿Cuáles son las especies más amenazadas y qué ocurre con ellas cuando son descubiertas en el terminal?

El tráfico de especies silvestres es uno de los crímenes organizados internacionales más lucrativos y que pone en riesgo a las especies en el mundo. En 2019 nos unimos a la iniciativa del Duque de Cambridge de luchar contra este crimen y firmamos la Declaración del Palacio de Buckingham.

Entre otras medidas, nos comprometimos a notificar a las autoridades policiales pertinentes sobre cargamentos sospechosos de contener vida silvestre ilegal y sus productos y, cuando sea posible, negarse a aceptar o enviar dichos cargamentos. Capacitamos a nuestro personal y hemos invertido en máquinas de rayos X que nos ayudan en esta lucha. Nuestro protocolo interno incluye la identificación del equipaje, el aviso a las autoridades ambientales para la apertura y revisión del mismo. Luego de nuestro trabajo de seguridad, la labor recae sobre las autoridades y colaboramos con el proceso policial y judicial que sea necesario.

El Aeropuerto Ecológico de Galápagos ha venido colaborando con las autoridades nacionales y es así que en los últimos años ha logrado detener el tráfico de 180 tortugas, varias iguanas terrestres y marítimas y pepinos de mar entre varias especies de corales y moluscos.

¿Sienten el apoyo de parte de las autoridades en esta lucha o consideran que faltan políticas a nivel nacional para prevenir estos delitos, como endurecer las penas a quienes trafican?

Hay mucho por hacer, más por falta de conciencia que por falta de intención. Creo que las personas en general no se han dado cuenta de la clase de delito que representa el tráfico de especies, el cual está clasificado dentro de los 4 más importantes del crimen organizado, movilizando alrededor de 20 mil millones de dólares. Mientras no se tome en serio el delito creo que las acciones que se puedan tomar seguirán estando en deuda.

Siempre se puede hacer más, sobre todo en lugares como Galápagos que representa un atractivo en este sentido para los traficantes por la singularidad de nuestra vida silvestre. Nosotros hacemos todo lo que se nos permite como ente privado hacer y estamos comprometidos con el tema para impulsar los protocolos de acción ante el cometimiento de este delito.

Y ¿qué ocurre a nivel regional? ¿Existe participación de otros países en esta lucha, o de otras terminales?

Cada vez hay más aeropuertos que están asumiendo un papel más protagonista para evitar el tráfico de especies y a través de ACI se está promoviendo mucho el intercambio de ideas y experiencia que hace más enriquecedora y contagiante la búsqueda de soluciones.

¿Cómo trabajan este tema con las aerolíneas? ¿Considera que es necesario involucrar a todos los actores, para erradicar estos delitos, como por ejemplo a la ciudadanía?

Entendemos que así como en aeropuertos, nos vamos contagiando positivamente en involucrarnos a ser parte de la solución, las aerolíneas también están asumiendo este reto.

Como lo mencionaba en una respuesta anterior, sí, es necesario crear conciencia a todos en la sociedad, tanto quienes formamos parte de este sector como los ciudadanos en general, todos deben estar convencidos que este es un delito y muy grave que atenta contra la seguridad de nuestro planeta.

En ese sentido, ¿ven el apoyo de la comunidad? ¿Cómo integran a las comunidades locales en sus planes y el cual es el impacto de tener esta terminal para ellas?

Trabajamos de la mano con organizaciones internacionales como WCS, WWF y otras locales como el Parque Nacional Galápagos y la Fundación Charles Darwin para integrar capacitaciones de expertos a nuestro personal, y a la comunidad aeroportuaria incluyendo las autoridades de control, pero también en escuelas y otros sectores de la comunidad.

Participamos activamente de campañas dentro y fuera del país para tomar acciones puntuales sobre lo que comenté en otras respuestas, crear conciencia.

¿Cómo les afectó la pandemia a nivel general? ¿Hay proyectos que debieron posponerse? ¿Podrían retomarse en el corto plazo?

La pandemia nos afectó considerablemente, el turismo fue uno de los sectores más afectados, sin la entrada y salida de pasajeros, los aeropuertos no tenemos cómo sostener nuestro negocio, sobre todo porque el mantenimiento de nuestras instalaciones, pista, etc, son trabajos que jamás se pueden descuidar y deben realizarse incluso cuando estábamos cerrados.

Se pospusieron muchos proyectos internos en la empresa y también externos con el medio ambiente y la comunidad que son parte de nuestra estrategia de sostenibilidad, pero poco a poco hemos podido reactivarnos y la vacunación de toda la población en el primer semestre de este año en las Islas Galápagos nos permitió movernos más rápido que otros lugares.

Las expectativas son alentadoras. Desde abril los pasajeros han venido en aumento. La brecha entre 2019, que fue un año relativamente normal, y el 2021 se va acortando. Esperamos cerrar octubre con menos 20% de pasajeros comparando con el mismo período de 2019.

En abril empezamos con -71%, luego mayo -66%, junio -61%, julio -50%, agosto -38%, sept -37% y en octubre esperamos cerrar con -20%, comparando mes a mes porque el turismo es estacional en Galápagos, siendo siempre los meses de marzo, julio y agosto, los más altos. Septiembre y octubre son meses siempre bajos por el clima frío, pero aún así, los pasajeros se han ido recuperando.

Para noviembre y diciembre, LATAM aumentará otra frecuencia más diaria llegando a tener hasta 3 vuelos diarios y Avianca entre 2 y 3 llegando a un total de 145 vuelos en noviembre y 158 para diciembre.

Incluso para mediados de diciembre, se espera la incorporación de nuevas aerolíneas, lo que aumentaría el número de vuelos.

-Hay informes que indican que la pandemia habría alentado a los turistas viajar de manera más sustentable, en este contexto, el sector de la aviación tiene un compromiso autoimpuesto para lograr las cero emisiones netas para 2050. Dentro de las acciones para lograrlo, está el trabajar la implementación de los SAF para luego invertir en nuevas tecnologías para generar cambios operacionales, proceso que debe estar acompañado por un desarrollo armonioso de la infraestructura, ¿Cuáles son las acciones que pudiera tomar el aeropuerto para apoyar esta meta del sector de aerolíneas y cómo deberían trabajar todos los actores de la cadena de los viajes y el turismo para lograr este objetivo?

Efectivamente, coincido en que la pandemia nos obligó a meditar sobre la fragilidad de nuestra presencia en la tierra y las consecuencias de seguirlo explotando indiscriminadamente. Festejamos los esfuerzos de las aerolíneas en la implementación de combustibles más sustentables (SAF) y debemos como aeropuertos estar trabajando con ellas para la reducción del consumo de combustibles y así evitar mayores emisiones de GEI. Adicionalmente, nuestras infraestructuras deben también ser más sustentables, no sólo en sus edificaciones, tratando de ser más austeras en el consumo de energía sino también buscar que nuestros procedimientos tiendan a ser más eficientes aún, consumiendo energía de fuentes renovables como la solar por ejemplo, que en aeropuertos es más fácil de implementar por las amplias superficies que cubrimos. Adicionalmente, debemos comenzar a trabajar en nuestra huella hídrica, pues la provisión de agua es algo que en algunos países ya es un problema y seguir trabajando con la comunidad y los pasajeros en reducir nuestros desperdicios.

Hay mucho camino que recorrer para cambiar nuestra cultura consumista, pero todo esto se hace paso a paso, trazándonos como objetivo final ofrecer a las futuras generaciones un planeta y una ciudad más sostenible.

 

 

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Fuente: ALN
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