De acuerdo al último anuncio realizado por el Gobierno de Chile, las fronteras se mantendrán cerradas hasta el próximo 25 de julio, salvo para casos excepcionales, completando así ya tres meses de la medida.
La situación ha sido delicada a nivel regional y ha afectado a la industria aérea que opera en el país. Así lo sostuvo Peter Cerdá, Vicepresidente Regional para Las Américas de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), quien en conversación con “Agenda Económica” de CNN Chile, sostuvo que “El sector ha sido muy dañado en América Latina, sobre todo cuando la comparamos con Europa o Norteamérica, principalmente porque los gobiernos en la región han dado muy pocos recursos económicos, financieros para aportar a la pandemia en este último año y medio”.
Agregó que solo en Chile y Argentina se encuentran con medidas extremas para operar. “El resto de la región ya se ha abierto, ya se está empezando a operar y recuperar. No es el caso chileno, que desafortunadamente, como saben, hay bastantes restricciones al sector”.
Pero el cierre de fronteras no solo afecta al transporte de pasajeros. Según añadió el ejecutivo de IATA, “Chile es un país que exporta bastante carga al resto del mundo y cuando no hay frecuencia de vuelos, hay una afectación. El 60% de la carga que se transporta a nivel mundial, se transporta a bordo de los aviones de pasajeros. Cuanto más se extiendan estas limitaciones, estas restricciones por el gobierno chileno, más riesgo hay que las compañías internacionales empiecen a cancelar sus vuelos hacia el país, y eso va a tener un impacto negativo en la conectividad, lo que va a implicar menos contribución al PIB” agregando que ya la pandemia “ha tenido una afectación de un 64% de lo que contribuía la aviación al país y en el número de empleos, que también se han visto negativamente afectado, los cuales se han ido perdiendo y se encuentran en riesgo si el país sigue cerrado con sus fronteras y con restricciones de ingreso”.
El resto de la región se encuentra en una situación distinta. La conectividad doméstica como internacional en los hub de Panamá, Lima, Bogotá, Sao Paulo ya se han abierto y se están recuperando. “Ya hay una recuperación doméstica muy fuerte. A la misma vez la conectividad internacional se está recuperando de una manera muy positiva en estos países” sostuvo Cerdá, y agregó que “en ningún momento se ha visto afectada la seguridad del pasajero”, ya que la industria está operando de una “manera segura y con responsabilidad”.
“Por eso nos sorprende un poco lo que está pasando en Chile, un país que siempre ha aportado a la aviación siempre ha tenido una agenda muy abierta al transporte aéreo. El transporte aéreo juega un rol importante en el desarrollo económico y social del país, y por eso nos sorprende que con todas las medidas que se están implementando, el gobierno tome estas medidas hacia el sector, sobre todo cuando el país se encuentra vacunado por sobre el 75%. Y eso no es lo que estamos viendo en otros países, donde ya se ve positivamente abriendo sus fronteras y más gente está volando”.
La llegada de la variante Delta ha puesto en alerta a varios países en todo el mundo. Sin embargo, desde IATA sostienen que “vamos a tener que aprender a coexistir con el COVID-19 y las distintas variantes que existan de aquí al mediano plazo. El virus no se va a ir, no va a desaparecer inmediatamente y tenemos que ir poco a poco adaptándonos y volviendo a la normalidad. El sector ha demostrado en este último año que vamos adaptándonos y mejorando los protocolos, en los procedimientos, se está cumpliendo con las normativas que requieren los gobiernos, haciendo test PCR, cuarentenas. No hay datos que demuestren que el transporte aéreo haya sido el vector de contagio. En Europa, Norteamérica y otras partes de América Latina se están abriendo los mercados de una manera responsable y creemos que es lo mismo que tiene que hacer Chile, sobre todo porque tiene un alto porcentaje de su población vacunada. Cuanto más tiempo se extiendan estas restricciones, más riesgo hay de que el país se desconecte con el resto del mundo, afecte la conectividad y afecte no solo al bien social de la población chilena sino también a la economía chilena, que también es importante en la recuperación en el corto-medio plazo”.
Cerdá reiteró la disposición del sector de trabajar con el gobierno, pero advirtió que “las limitaciones que está poniendo el gobierno en estos momentos está haciendo mucho más daño a los ciudadanos chilenos que ayudar al país” y finalizó asegurando que “Lo que no queremos es que en Chile, que en el pasado ha sido muy positivo, apoyando a la industria, nos veamos limitados más tiempo que finales de julio, porque si no habrá grandes daños no solo al sector, sino a la parte social y económica del desarrollo chileno”.
Si bien el cierre de fronteras se extiende hasta el próximo 25 de julio, las autoridades en el país ya anunciaron que el jueves 22 de julio se darán a conocer los cambios en el Plan de Fronteras, entre los que se encuentran posibles mayores libertades para quienes hayan completado su proceso de vacunación, detalló CNN. Sin embargo, la Subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, advirtió que pese a esta eventual baja de restricciones, el Minsal será tremendamente riguroso respecto a la entrada de pasajeros al país, sobre todo desde el punto de vista de la trazabilidad, aislamiento y fiscalización, además de sanciones para las personas que no cumplan con los requisitos de cuarentena para el acceso desde el extranjero.