La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) acoge favorablemente la disposición del gobierno colombiano para implementar un conjunto de medidas de apoyo que permitan amortiguar las repercusiones del brote del COVID-19 en la industria de la aviación y el turismo.
Tras una serie de reuniones sostenidas al principio de la semana entre IATA y las autoridades colombianas planteando la necesidad de aplicar medidas urgentes encaminadas a solventar la situación de un sector que juega un papel fundamental en la economía, el Presidente Iván Duque anunció el miércoles un paquete de acciones que incluyen plazos especiales hasta el segundo semestre para la liquidación de las contribuciones parafiscales del sector turismo. A su vez, la declaración de los impuestos de IVA, renta y complementarios, programada para el primer semestre de este año, se diferirá para el final del segundo semestre de 2020.
También se modificarán los aranceles para permitir la importación de herramientas e implementos médicos y repuestos de aviación y se creará una nueva línea de crédito, con un cupo de 250.000 millones de pesos dirigida a los sectores de turismo y de aviación, a través de BANCOLDEX, con el fin de mantener la liquidez para empresas de todos los tamaños.
Estas medidas se suman a la decisión del Gobierno en cabeza de la Aerocivil para generar una exención para el uso de slots en el Aeropuerto El Dorado.
“Quisiera agradecer al Presidente Duque y sobre todo a la ministra Orozco, el ministro Restrepo, la Aerocivil y demás entes del Estado por habernos dado la oportunidad de proporcionar más detalles sobre los desafíos actuales a los que se enfrenta industria de la aviación civil y sobre todo por entender que las circunstancias exigían una respuesta inmediata del Gobierno para dar respuesta a esta crítica situación”, sostuvo Peter Cerdá, vicepresidente regional de IATA para las América durante una teleconferencia realizada ayer desde Miami para los medios de comunicación.
«La aviación está atravesando una crisis sin precedentes. La pérdida de ingresos prevista para la industria se ha calculado entre 63.000 y 113.000 millones de dólares (US), dependiendo de cómo se propague el virus. Las líneas aéreas de todo el mundo se están viendo obligadas a reducir su capacidad y están tomando otras medidas de emergencia para reducir los costos, al tiempo que hacen todo lo posible por mantener la vital tarea de vincular las economías del mundo. Por eso es esencial que los gobiernos de la región sigan el ejemplo de Colombia y adopten medidas de estímulo económico y consideren la posibilidad de aliviar al sector en términos de impuestos, tasas y requisitos de utilización de franjas horarias y eso es lo que estamos solicitando desde la industria”, agregó Cerdá.
La aviación juega un papel vital para la economía colombiana. La industria del transporte aéreo contribuye con 7.500 millones de dólares al PIB del país, de los cuales 5.300 millones son atribuibles al turismo. En total, el transporte aéreo y los turistas extranjeros que llegan por vía aérea contribuyen 2,7% del PIB del país. Pero este aporte está en riesgo ya que la industria está siendo severamente impactada por el brote de COVID-19.
Adicional a las medidas ya tomadas por el Gobierno, durante la reunión inicial celebrada con la ministra de transporte, Sra. Ángela Orozco, se examinaron los siguientes temas:
- Exención de ciertas tasas aeroportuarias: a medida que las aerolíneas reduzcan su capacidad y se vean obligadas de dejar los aviones en tierra, incurrirán en gastos de estacionamiento en los aeropuertos. El Gobierno ha señalado que estudiará opciones para reducir los costos tanto de estacionamiento a largo plazo, al igual que una reducción de los gastos en que incurren las líneas aéreas, ya que las nuevas normas operativas, como el aumento de la limpieza de las cabinas, hacen que los aviones tengan que permanecer más tiempo en tierra entre vuelos.
- Reducción o exención de los impuestos y tasas impuestos por el gobierno: en principio, el gobierno ha señalado su voluntad de fomentar los viajes mediante la reducción de los impuestos y tasas que pagan los pasajeros como parte de sus billetes. Además, se estudiará la posibilidad de modificar tributos como los incluidos en los boletos de avión y en el combustible de la aviación que permitiría en el mediano plazo, la democratización del transporte aéreo.
- Protección del consumidor: también en este punto el gobierno manifestó su comprensión de la situación y acordó que las aerolíneas no deben ser penalizadas por cancelaciones y demoras causadas por la caída de la demanda derivadas por el brote de COVID-19.
- Promoción del turismo: el turismo contribuye en gran parte a la economía colombiana y la aviación desempeña un papel crucial en la facilitación del acceso a, desde y dentro del país. El gobierno ha informado que el Fontur (Fondo Nacional de Turismo) está diseñando un programa para incentivar el turismo interno. Esto ayudará a los esfuerzos
de la industria para demostrar que volar en un avión no supone un riesgo mayor de contraer COVID-19. - Aspectos laborales: varias aerolíneas al nivel global ya han pedido a sus respectivos gobiernos que las apoyen con planes de contingencia laboral para mitigar parcialmente el impacto del COVID-19. IATA se siente alentada por el hecho de que el gobierno colombiano prometió investigar opciones sobre cómo apoyar a las aerolíneas del país en este aspecto.
- Grupos de trabajo: a fin de asegurar un enfoque coordinado en toda la cadena de valor de la aviación, también se acordó establecer dos grupos de trabajo. Uno de ellos examinará todos los aspectos operacionales bajo la apariencia de Aerocivil y el segundo examinará más de cerca la forma en que se puede ayudar a los concesionarios de los aeropuertos, bajo los auspicios de la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura).
Consejos para los viajeros
A pesar de la propagación del virus COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha pedido que se impongan restricciones a los viajes o al comercio. De hecho, el transporte aéreo desempeña un papel importante, ya que lleva el personal y los suministros médicos a donde se necesitan.
La OMS ha publicado en su sitio web un amplio asesoramiento a los viajeros. Todos los datos médicos disponibles muestran que volar en un avión no aumenta el riesgo de contraer COVID-19.
Los pasajeros deben tener la seguridad de que el aire de la cabina está filtrado, que las aeronaves se limpian de acuerdo con las normas mundiales, que los principales aeropuertos han puesto en marcha sistemas de control de la temperatura para los viajeros y que el personal de las aerolíneas y las tripulaciones están capacitados para tratar el raro caso de que un pasajero muestre síntomas de infección.
«Muchas personas no se dan cuenta, pero el riesgo de contraer un virus a bordo de un vuelo es probablemente menor que en muchos espacios confinados, ya que las aeronaves modernas tienen una alta tasa de flujo de aire y los sistemas de filtración del aire de la cabina están equipados con filtros HEPA, que filtran un 99,97 por ciento de los virus y los microbios del aire que circula en la cabina. Éstos tienen un rendimiento similar a los utilizados para mantener el aire limpio en los quirófanos de los hospitales y en las salas de limpieza industriales”, dijo el Dr. David Powell, Asesor Médico de IATA.
«Sin embargo, si se siente mal, no viaje. Si tiene síntomas parecidos a los de la gripe, use una máscara y vea a un médico. Y cuando viaje, lávese las manos con frecuencia y no se toque la cara. Aplicar estas medidas simples deberían mantener el vuelo seguro para todos», dijo Powell.