La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) instó nuevamente a los gobiernos de toda América Latina y el Caribe a que, de manera urgente, consideren la adopción de medidas que permitan ayudar a las compañías aéreas que se encuentran inmersas en una severa crisis a raíz del virus del COVID-19.
“La respuesta necesaria para contener esta emergencia sanitaria ha creado una crisis económica. Si bien entendemos completamente las decisiones tomadas para combatir el virus, consideramos que los gobiernos deben mitigar también los efectos de estas medidas. No estamos pidiendo un rescate financiero. Necesitamos ayuda para superar esta crisis porque el quiebre del sector aeronáutico pone en riesgo la conectividad de los países, los empleos de toda la industria y de su extensa cadena de valor y dificulta la recuperación socioeconómica de la región”, afirmó Peter Cerdá, Vicepresidente Regional de IATA para las Américas durante una nueva rueda de prensa virtual con más de 55 periodistas.
IATA ha actualizado el informe sobre el impacto de la crisis del COVID-19. Los ingresos por pasajeros aéreos caerán 314 mil millones USD en 2020, una caída del 55% respecto a 2019. El 24 de marzo, IATA estimó 252 mil millones USD de pérdidas de ingresos (-44% respecto a 2019) en un escenario de tres meses de restricciones severas de viajes.
Los últimos datos muestran que la crisis se ha agravado aún más desde entonces y reflejan los siguientes parámetros:
- Restricciones severas de los viajes domésticos durante tres meses.
- Algunas restricciones de viajes internacionales se alargarán más de tres meses.
- Impacto severo global, incluidas África y Latinoamérica, donde la presencia de la enfermedad ha sido menor y se esperaba que las cifras de marzo reflejaran un menor impacto.
Se espera que la demanda anual de pasajeros (doméstica e internacional) caiga un 48% respecto a 2019.
Para las aerolíneas con sede en América Latina y El Caribe esto se traduce en una caída en los ingresos por pasajeros de 18 mil millones de USD en 2020 (la estimación del 24 de marzo fue de 15 mil millones de USD).
Desglosar la última estimación por país muestra los siguientes efectos en los ingresos de pasajeros por mercado (todo el tráfico de pasajeros hacía, desde y dentro de un mercado) y las correspondientes pérdidas de empleos directos e indirectos por país.
A raíz de este escenario, IATA solicita a los gobiernos que consideren las siguientes medidas de alivio:
- Apoyo financiero directo a transportistas de pasajeros y carga aérea para compensar la caída de ingresos y falta de liquidez por restricciones de viaje a consecuencia del COVID-19.
- Préstamos, garantías de préstamos y respaldo al mercado de bonos corporativos por los Gobiernos y los bancos centrales. El mercado de bonos corporativos es una fuente de apoyo financiero vital, pero es necesario ampliar los criterios de elegibilidad fijados por los bancos centrales y contar con la garantía de los Gobiernos para facilitar el acceso a un mayor número de compañías aéreas.
- Alivio fiscal. Reembolso de los impuestos sobre la nómina salarial pagados hasta la fecha y/o la ampliación de los plazos de pago durante 2020, junto a la exención temporal de las tasas de los billetes aéreos y otros gravámenes aplicados por los Gobiernos.
“El impacto de esta crisis en las aerolíneas de la región continúa siendo brutal. El tráfico de pasajeros se ha detenido y las fuentes de ingresos se han agotado. Ningún recorte de costos salvará a las aerolíneas de una crisis de liquidez que es inminente y será severa, con efectos negativos en las economías y el empleo de los países. Los gobiernos deben actuar rápido”, dijo Cerdá.
IATA también solicita un enfoque coordinado entre los gobiernos para mantener el flujo de carga aérea. Los retrasos en la aprobación de los permisos, las medidas de cuarentena para la tripulación y la falta de apoyo en tierra continúan obstaculizando el movimiento de vuelos de carga que transportan suministros médicos vitales y otras necesidades.
La suspensión de los vuelos de pasajeros ha provocado la perdida de la capacidad de carga disponible. Esto es especialmente crítico en América Latina y El Caribe, donde en muchos casos no existen medios de transporte alternativos. Las aerolíneas están proporcionando tanta capacidad como pueden, pero los gobiernos deben intensificar y garantizar que las líneas de suministro vitales permanezcan abiertas y eficientes y que exista una infraestructura adecuada y soporte disponible tanto en el aire y como en tierra”, sostuvo Peter Cerdá.
Todavía hay demasiados ejemplos de demoras en la emisión de permisos de fletamento, la falta de exenciones en las pruebas COVID-19 para la tripulación de carga aérea y la infraestructura terrestre inadecuada hacia/desde y dentro de los entornos del aeropuerto.
La carga aérea necesita moverse de manera eficiente a lo largo de toda la cadena de suministro, para ser efectiva instamos a los gobiernos a:
- Eliminar el papeleo para las operaciones de chárter.
- Eximir a la tripulación de carga de las reglas de cuarentena que se aplican a la población general.
- Asegurar personal e instalaciones adecuadas para procesar la carga de manera eficiente.
- Reconocer estándares globales acordados (certificados de salud, licencias, etc).
- Asegurar aeropuertos alternativos disponibles, incluso si los vuelos de pasajeros no están operando.
IATA realizó también un llamado a los gobiernos para que cooperen con la industria en la organización de los vuelos de repatriación. A medida que se cerraron las fronteras y se suspendieron los vuelos, muchas personas quedaron varadas fuera de país de origen o residencia. Las aerolíneas han realizado más de 2.500 vuelos de repatriación hacia y desde la región, ayudando así a unos 400 mil ciudadanos varados. Si bien las solicitudes de tales vuelos han disminuido, todavía existe la necesidad ocasional de éstos.
“Como industria podemos estar orgullosos de la forma en que las aerolíneas reaccionaron y han gestionado a las solicitudes de los gobiernos de repatriar a los ciudadanos. Muchos de estos vuelos han significado un desafío logístico y hemos visto incluso como líneas aéreas que prestan servicios en América Latina y El Caribe, se han dirigido en las últimas semanas a destinos donde antes nunca habían volado. La colaboración en toda la cadena de valor de los viajes es esencial y esperamos poder contar con los gobiernos de la región para apoyar dichos vuelos cuando sea necesario”, concluyó Peter Cerdá.