Tras el término tardío de la mayoría de las restricciones impuestas por el Gobierno bajo justificación del COVID-19, Chile enfrenta importantes retos inmediatos para retomar el camino del crecimiento. El primero es como continuar e impulsar la recuperación en un escenario económico local y global altamente desafiante. El segundo -y quizás el más importante- es el establecimiento de una agenda conjunta entre industria aérea y el Gobierno.
Para la industria aérea, y especialmente la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), los anuncios del Ministerio de Salud de quitar la mayoría de las medidas COVID-19 resulta una sorpresa. Califican como una acción positiva ya que después de mucho tiempo, el país podrá iniciar una recuperación, aunque el daño ya está hecho.
“Fue drástico y positivo”, sentencia Peter Cerdá, vicepresidente de IATA para las Américas. Para la aviación, la situación de Chile es única porque lo ocurrido durante la pandemia contrasta con su historia aeronáutica y sorprende cuando se lo compara con las decisiones de los países vecinos y la tendencia global. “El caso chileno es tarde. Ha perjudicado como industria, la recuperación, la conectividad y eso tiene un impacto social y económico en el país”.
Las cifras publicadas por la Junta Aeronáutica Civil (JAC) muestran que el tráfico aéreo está estancado. Pese a que las restricciones van disminuyendo y la gente quiere viajar por distintos motivos, reflejan la incertidumbre económica que afecta al país.
Para IATA, es temprano para hablar de estancamiento, disminución o recuperación del tráfico aéreo chileno. Según Cerdá, todavía falta analizar cómo se comportará la demanda ahora que la mayoría de las restricciones ya no están y si el país tendrá un comportamiento como Colombia, República Dominicana o México.
“Una manera de impulsarlo es no crear nuevas tasas hacia el pasajero o a la industria”, dice el vicepresidente de IATA para las Américas. “En nuestra opinión, lo que se debe hacer es eliminar las tasas o al menos mantenerlas, tal como se está haciendo en otras partes del mundo”.
Aviación como agenda de Gobierno
En medio de un escenario complejo para todos, IATA expresa que ahora más que nunca las autoridades políticas como Estado deben incorporar a la aviación en su agenda. La intención es establecer una verdadera alianza colaborativa para avanzar en los distintos temas como la recuperación, el desarrollo armonioso de la aviación, los problemas de infraestructura y la sostenibilidad.
“Debe haber una agenda conjunta, que exista un diálogo con un sector que es esencial para el país. La aviación es un transporte fundamental para el país. En Chile no hay ferrocarril, hay buenas carreteras, pero viajar dentro del país es largo y poco viable”, agrega Cerdá. “Nuestro reto es la colaboración”.
En Chile, hay muchos ejemplos donde la aviación contribuye. Está el caso de la conectividad de las regiones. Con un país largo y extenso, viajar por tierra es largo, costoso e ineficiente. También está el transporte de carga o la atención a emergencias de manera oportuna. En el caso de Punta Arenas, la aviación aporta diariamente al llevar personas y carga. Sin transporte aéreo o con una aviación costosa, las alternativas de viaje se reducen o se tienen que hacer por tierra vía Argentina. Recientemente, Chile establece una mesa público-privada para establecer una hoja de ruta en materia de combustibles sostenibles de aviación. Instancias como esas son destacables para avanzar de manera colaborativa hacia el futuro. Si bien el esfuerzo es loable, no parece ser suficiente…