Japan authorized this week the flight of the Boeing 787
El ministro de Transporte japonés, Akihiro Ota, dijo hoy que Japón autorizará esta misma semana el despegue de los modelos del avión Boeing 787 Dreamliner, que llevan sin volar desde mediados de enero por razones de seguridad.
El ministerio de Transporte y Turismo anunciará oficialmente la medida, tras dar el visto bueno la Agencia Federal de Aviación de EEUU (FAA), el pasado viernes, a los nuevos modelos de batería presentados por el fabricante estadounidense Boeing.
A pesar de la decisión de EEUU, los aparatos que ofrecen compañías extranjeras dependen de la decisión de las respectivas autoridades nacionales de aviación civil.
Japón esperará a hacer probablemente el anuncio este jueves y a que también el Consejo nacional de seguridad aérea de EEUU celebre unas audiencias públicas, que comienzan hoy y que durarán dos días, en las que participan ingenieros de todas las empresas implicadas, desde Boeing hasta los fabricantes de las baterías, informó la agencia Kyodo.
Las compañías aéreas niponas All Nippon Airways (ANA) y Japan Airlines (JAL), que cuentan con 17 y 7 aparatos «Dreamliner», comenzaron este lunes a reemplazar las baterías defectuosas y creen que sus aviones podrán empezar a volar en junio.
A pesar de levantar esta misma semana la prohibición, el Gobierno de Japón planea imponer requisitos adicionales de seguridad para los modelos del 787 «Dreamliner», tales como la monitorización permanente y remota del estado de las baterías y la obligatoriedad de realizar inspecciones frecuentes de su voltaje.
Además, las compañías niponas deberán asegurarse de que el sistema nuevo de baterías ha sido instalado correctamente en sus aeronaves y tendrán que hacer ensayos de vuelo adicionales antes de retomar las operaciones comerciales, que se estima no serán hasta el mes de junio.
El problema con los 787 se remonta a primeros de enero, cuando se detectaron varios fallos por sobrecalentamiento en las baterías ión-litio de las aeronaves, lo que provocó el cese de las operaciones en todo el mundo.
Desde entonces, medio centenar de unidades del 787 de varias aerolíneas de todo el mundo se encuentran en tierra, a la espera de recibir las nuevas baterías por parte del fabricante y la autorización de vuelo de sus organismos estatales de seguridad aérea.