El pasado 1 de diciembre, Canadá anunció la concreción de un Acuerdo de Cielos Abiertos con el Reino Unido, tan sólo unos días después de que la nación británica firmara un convenio similar con los Estados Unidos, y de cara a la salida del país insular de la Unión Europea (UE) por el brexit.
De esta manera se garantiza la continuidad de vuelos hacia este mercado, el tercero más grande para la nación norteamericana.
En un comunicado, el ministro canadiense de Transporte Marc Garneau destacó que este arreglo permitirá a las aerolíneas de ambas partes contar con plena flexibilidad en frecuencias, tarifas y selección de rutas, incluso a través de países terceros (por la llamada quinta libertad del aire).
Asimismo, señaló que no habrá restricciones al transporte de mercancías ni a los servicios de código compartido.
“Este acuerdo es una expresión de nuestra sólida y longeva relación de transporte aéreo, que continuará apoyando el turismo, el comercio y la inversión entre Canadá y el Reino Unido”, expresó Garneau.
El funcionario también destacó que este arreglo es independiente del Acuerdo de Transporte Aéreo UE-Canadá, que dejará de cubrir los servicios aéreos desde/hacia Reino Unido a partir de marzo de 2019.
Como reacción a este suceso, Air Canada felicitó a ambos gobiernos por haber mostrado “visión de futuro al avanzar en los preparativos para asegurar la estabilidad de este mercado clave”…