La frontera de Chile permanece cerrada para el turismo y solo se permite el ingreso de nacionales y de extranjeros con residencia en el país. Y hace solo unos días, el gobierno anunció un cambio en el protocolo de acceso, que permite reemplazar la cuarentena a quienes regresan al país presentando un test PCR con resultado negativo, realizado dentro de las 72 horas previas a la llegada.
Una medida en línea con la de otros países, pero que no mejora la situación de la industria.
En entrevista con el canal 24horas, Branko Karlezi, Subgerente de Comunicaciones de Nuevo Pudahuel, relató que las consecuencias de mantener las fronteras cerradas, serán a largo plazo, y afectarán, entre otras cosas, el valor de los pasajes..
“Primero porque vamos a tener menos rutas por las que habíamos trabajado. Y lo más importante, podemos perder la democratización de los cielos. Nosotros cuando traemos nuevas aerolíneas, hay más oferta y más competencias sanas entre las aerolíneas y más ofertas de asientos. Vamos a volver a lo que teníamos antes, que eran una cantidad de rutas monopólicas importantes. Qué pasa cuando hay rutas monopólicas, los precios aumentan”.
Menos conexiones que ya se notan. En el país, 3 aerolíneas han decidido cerrar sus operaciones. Estas son: ONE, QANTAS y EMIRATES, reduciendo así la oferta de vuelos nacionales como internacionales, con rutas como Santiago-Sydney, como Santiago-Río de Janeiro-Dubai.
“La limitación de que extranjeros vuelen al país está poniendo en riesgo la conectividad. El año pasado, en vuelos internacionales, había por encima de 172 vuelos y hoy hay 19 vuelos internacionales desde Chile”, agregó Peter Cerdá, vicepresidente de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para las Américas.
La situación que atraviesa la industria es compleja a nivel mundial. Aerolíneas acogidas a la ley de quiebras y el cierre de operaciones son solo algunos puntos que enfrenta la industria, que afecta directamente al turismo.
“Hoy estamos viviendo un panorama muy dramático. Es una situación que ya no da para más. Llevamos casi 8 meses paralizados como industria. En la medida que las fronteras se mantengan cerradas el turismo receptivo no va a funcionar”, señaló Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (FEDETUR).
El gremio hotelero es otro de los perjudicados de esta crisis y el cierre de fronteras. Debido a la falta de turistas, estiman que solo están operando en un 36%.
“El 50% o casi un poco más de la demanda de hotelería proviene de extranjeros. Para que la industria se ponga de pie y vuelva a trabajar,necesitamos fundamentalmente que se abran las fronteras y empiecen a llegar vuelos internacionales. No basta solo con el turista nacional”, sostuvo Andrés Fuenzalida, presidente de los Hoteleros de Chile.
Un panorama que mantiene a la industria en general, preocupada. Según estimaciones, el turismo internacional recién podría reactivarse completamente en 2024.