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MATÍAS CAMPIANI: «No cometimos ningún delito en Pluna, fuimos demonizados»

El exgerente general de Pluna SA y principal del consorcio Leadgate, que administró la aerolínea entre julio de 2007 y junio de 2012, comparecerá el viernes 20 ante la jueza Adriana de los Santos y el fiscal Juan Gómez a partir de una denuncia de los senadores del Partido Nacional.

En un cuestionado que Campiani respondió por escrito, el empresario asegura que la Pluna que entregó al Estado estaba en mejor situación que la que recibió. «Nosotros pusimos 30 millones de dólares, los perdimos y nos fuimos con un dólar», asegura.

-El viernes 20 deberá comparecer en la causa que indaga los manejos de fondos de Pluna durante la gestión de Leadgate. Usted ha señalado que la empresa era auditada por la consultora KPMG, una Comisión Fiscal y los directores de Pluna Ente Autónomo. ¿Cómo se explica que la aerolínea haya dejado un pasivo de US$ 301,5 millones y un activo de 290 millones a su cierre?

-Creo que un juzgado penal no es el lugar más indicado para analizar una mejor o peor gestión empresarial. Una cosa es que a un negocio le vaya mal, otra muy distinta es la supuesta comisión de delitos. Durante sus 70 años de historia, Pluna tuvo constantemente pérdidas y patrimonio negativo, o sea pasivos mayores a los activos. En 2007 la situación de Pluna era calamitosa. En ese momento, tenía pérdidas de 41 millones de dólares sobre ventas de 83 millones (es decir un margen de utilidad de menos 50%), aviones viejos y en desuso en el resto del mundo y ni siquiera tenía certificación internacional de seguridad. El ratio entre los activos y los pasivos era del 85%. Es decir que en 2007, por cada 100 dólares que debía, tenía solo 85 para pagar. Los números auditados que usted menciona muestran 96 dólares de activo por cada 100 de deuda. Por lo tanto, es evidente que el cierre de Pluna no tuvo relación con su situación patrimonial, dado que si así fuera tendría que haber cerrado incluso antes del 2007. No sólo desde el punto de vista contable la empresa estaba mucho mejor, sino que la calidad de los activos no tenía punto de comparación. En 2007 los principales activos eran tres aviones con más de 20 años de antigüedad y otros activos que no generaban ingresos. En contraposición los activos del balance de la Pluna que entregamos el 15 de junio de 2012 era de 13 aviones mucho más modernos.

-Entre julio de 2011 y febrero de 2012, Leadgate perdió 11,8 millones de dólares. ¿Qué medidas se tomaron para evitar eso?

-El 2012 fue un año difícil, aunque ni por lejos el peor de la historia de Pluna. Las razones fueron principalmente una alta temporada débil, condicionada por la restricción de dólares en Argentina, el creciente bloqueo tanto de rutas como de aeropuertos en Argentina y el alto precio relativo del combustible en Uruguay. Ante esas dificultades, se tomaron diversas acciones, como ser un programa de reducción de costos. También se renegociaron costos de distribución y reservas y se automatizaron funciones manuales. En el frente externo, incluso a través de Jazz, se hicieron todo tipo de gestiones ante el gobierno para tratar de nivelar el entorno competitivo y hacer frente a esta nueva realidad, lamentablemente sin éxito. Los primeros días de junio de 2012, con la presentación de la denuncia penal de los senadores del Partido Nacional y el pedido de intervención que la acompañó, se produjo una crisis de confianza que hizo caer entre otros un crédito muy importante del banco ING, que había sido aprobado y estaba en etapa de desembolso. Fueron estos anuncios públicos de intervención los que en definitiva sellaron el destino de la empresa.

-¿Qué responsabilidad le cabe al Estado como socio minoritario de Pluna SA?

-Hasta el 15 de junio de 2012, cuando se hizo cargo de Pluna, las responsabilidades previstas legalmente para un socio minoritario y reflejadas en los acuerdos firmados. Es importante aclarar que, en el marco de esas responsabilidades, desde 2007 y hasta nuestra salida, el Estado aprobó en todos los ejercicios la gestión de todos los directores, tanto públicos como privados.

-En una entrevista con El País, publicada el 28 de abril, dijo que iba a pedir que se levantara el secreto bancario de los jerarcas del Estado vinculados a Pluna. ¿Lo va a hacer como parte de su defensa?

-El punto aquí es que no hubo ningún delito y es importante para mí que de eso no queden dudas. Es potestad exclusiva de la sede judicial el tomar las medidas que considere necesarias a la investigación. Por mi parte, quiero que todo sea lo más transparente posible. Es imposible pensar seriamente que ante supuestos hechos de naturaleza delictiva tanto el Estado como los socios privados aprueben la gestión todos los años en forma unánime. Fíjese que la denuncia de vaciamiento la firman senadores de la oposición que no estaban en la gestión de Pluna. Sin embargo, ninguno de los directores ni accionistas de Pluna, ni públicos, ni privados, ni del gobierno ni de la oposición hizo denuncia alguna, a pesar de estar obligados por ley. Los que más sabían, incluyendo a los veedores del Estado, no denunciaron ningún indicio de delito. Tampoco mencionaron potenciales delitos los más de 20 testigos que declararon en los últimos 18 meses.

-¿Cree que usted puede llegar a ser un chivo expiatorio?

-Creo firmemente en la independencia de la Justicia y que al no haber ningún delito, en un estado de derecho, no hay posibilidad de convertirme en chivo expiatorio. Por eso me gustaría que esta investigación llegue a su fin habiendo aclarado todo lo que haga falta. Por ejemplo, es complicado entender cómo puede tener sustento una denuncia por supuesto vaciamiento cuando durante nuestra gestión los activos de Pluna aumentaron de 50 millones a casi 300 millones de dólares y los inversores privados invertimos y perdimos 30 millones. ¿Usted alguna vez vio a un ladrón entrar a robar un banco con 30 millones de dólares? Bueno, nosotros pusimos 30 millones de dólares, los perdimos, y nos fuimos con un dólar.

-Si la Justicia concluye que usted cometió algún delito, ¿también debería responsabilizar a los jerarcas públicos que tuvieron participación en la gestión de Pluna?

-Es imposible porque no he cometido ningún delito y, como dije antes, considero que la Justicia en Uruguay es un poder independiente. Por eso estoy muy tranquilo. Pero esto no solo lo digo solamente yo, sino que mi abogado defensor, Jorge Barrera, a lo largo de este año y medio de proceso, ha presentado material probatorio más que suficiente que ratifica esta posición.

-La Sindicatura reclama capitalizaciones impagas a la aerolínea en 2010 por 52 millones de dólares, de los cuales 39 millones deberían ser pagados por los ex-socios privados y los 13 millones restantes por el Estado, en su condición de socio minoritario. ¿Leadgate incumplió en su obligación de inyectar dinero a la empresa?

-Es un tema muy específico a nivel civil societario. Lo que le puedo asegurar es que al 15 de junio de 2012, cuando el privado se retiró, no había obligación ni plazo incumplido y esto está reconocido en el Memorándum de Entendimiento. Igualmente ahora con la reciente declaración de inconstitucionalidad, y a la luz del valor de activos contra pasivos, los acreedores no relacionados como los funcionarios, proveedores, las sociedades de bolsa o incluso Ancap deberían cobrar, por lo que los reclamos por parte de ellos deberían eliminarse…

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