El próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió la colaboración de distintas agrupaciones de ingenieros para la elaboración de un análisis técnico que oriente una decisión sobre el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM).
«Quiero que me ayuden a resolver lo que más convenga, técnicamente, sin factores o decisiones políticas. Vamos hacer lo que técnicamente resulte mejor para el país», dijo López Obrador en reunión con agrupaciones del gremio, encabezadas por el multimillonario Carlos Slim, ingeniero de profesión. «Queremos que la ciudadanía conozca las opciones que tenemos y que ustedes nos digan que opción es la que más conviene», añadió.
Recordó que hasta ahora a la construcción de la nueva terminal aérea se han destinado 85.000 millones de pesos (unos 4.587 millones de dólares). «Podemos pensar en que cueste 300.000 millones de pesos (unos 16.192 millones de dólares); es decir, nos faltan más de 200.000 millones de pesos (unos 10.794 millones de dólares)», declaró.
Para dar una idea del dinero que falta en dinero, el futuro presidente señaló que la inversión pública en México en 2018 fue de 550.000 millones de pesos (unos 29.687 millones de dólares). «Entonces una obra que se va a llevar más de 200.000 millones de pesos requiere una revisión; estamos hablando de mucho dinero público», explicó.
López Obrador recordó que el 15 de agosto especialistas de su equipo le va a entregar un dictamen, el cual posteriormente pasará a manos de los ingenieros para sea revisado por ellos durante un mes.
El objetivo, abundó, es «que después nos den su punto de vista, como un grupo de asesores de primera, y ofrecer esa respuesta a la población el 15 de septiembre y posteriormente recoger la opinión de la ciudadanía». La decisión de los ingenieros será expuesta a la ciudadanía, que será convocada para dar su opinión sobre el futuro del nuevo aeropuerto mediante una consulta.
Las opciones en esa consulta serán: que continúe la construcción del NAICM, que se frene la obra y se construyan dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía, a 55 kilómetros al norte de la capital y se una con el actual aeropuerto internacional, y finalmente seguir con la edificación del nuevo aeropuerto, pero «licitando la obra y entregándola en concesión»…