Los aeropuertos son lugares llenos de vida, de movimiento. Miles de personas pasan cada día por ellos para descubrir nuevos destinos, tener nuevas experiencias o, como es habitual ahora en Navidad, reencontrarse con los suyos después de tiempo sin verse. Pero los aeropuertos no están llenos de movimiento solo por eso. También es por su evolución e innovación constante. De esos cambios para hacerlos más accesibles, cómodos y sostenibles sabe mucho Nuria Escorihuela.
La sénior mánager de Comercial y Transformación de Aeropuertos de Iberia explica a magasIN que ella es responsable de «mantener e incrementar los ingresos de Iberia Airport Services (IBAS), e identificar oportunidades de desarrollo para incrementar clientes y servicios y mejorar la operación mediante la incorporación de tecnología e innovación».
Un trabajo clave en la mejora de los servicios de las más de 150 aerolíneas cliente de la compañía y de casi una treintena de aeropuertos. «Tenemos a más de 7.000 empleados en plantilla y nuestro personal se encarga de atender a los pasajeros en facturación y embarque, así como del traslado de los equipajes y carga en la bodega del avión, entre otros muchos servicios», comenta Escorihuela.
Su pasión por la aviación hizo que estudiara Ingeniería Aeronáutica. «Quizá el hecho de que mi película favorita fuera Peter Pan ayudó a apostar por esto de volar», comenta. Más tarde se especializó en gestión de empresas e infraestructuras aeronáuticas y, durante su trabajo en una consultoría estratégica, pudo trabajar en la certificación del primer aeropuerto internacional de Mozambique (Nacala), lo que le confirmó que le interesaba la parte de negocio.
«Por primera vez, tuve la oportunidad de pasar meses diseñando procedimientos y viendo cómo se convertían en realidad en el terreno ¡y en África! Después de trabajar con las personas que mueven la operación y empujar la creación de algo así, decidí que quería trabajar al lado de los aviones, en los aeropuertos».
Después de eso pasó varios años en el Aeropuerto de Edimburgo, primero como analista de negocio, y posteriormente, en el departamento de operaciones aire, hasta que finalmente se incorporó a Iberia.
Sostenibilidad y digitalización
A la hora de hablar sobre el futuro de los aeropuertos, Escorihuela afirma rotundamente que sí pueden ser sostenibles y apunta que «ya hay muchas iniciativas en marcha».
«Como agente de handling, la sostenibilidad está dentro de nuestros compromisos, con una inversión de 100 millones de euros, sobre todo, en renovación de la flota de equipos tierra para incorporar modelos más eficientes, lograr su conversión a modelos eléctricos o propulsados por energías limpias, como la solar. Esto reducirá las emisiones y los ruidos en el entorno aeroportuario», explica.
También buscan «promover una conducción eficiente, así como utilizar herramientas basadas en geolocalización que minimicen los desplazamientos».
A medio y largo plazo, añade, «estamos valorando la incorporación de baterías más eficientes que minimicen el consumo eléctrico. Nuestro plan de sostenibilidad contempla, además, un programa de compensación para nuestros clientes, y proyectos con nuestros proveedores para la gestión de residuos en las tareas de limpieza y mantenimiento de equipos. Además, el reciclado de los uniformes es otra de las medidas que lanzamos este año junto a otras iniciativas de carácter social».
La digitalización es otro de los puntos clave que marcarán la diferencia de estas infraestructuras y, para estar a la vanguardia, Escorihuela comenta que la compañía lleva años inmersa en el GoUp! Next Chapter. Este programa pretende lograr la incorporación de un nuevo software para la realización de la hoja de carga que automatice los procesos.
«También estamos dotando de dispositivos móviles a todos nuestros empleados para digitalizar reportes y permitirles tener la información operativa que necesitan en tiempo real, con alertas que permiten anticiparnos en los procesos de toma de decisión».
Los aeropuertos del futuro
Aunque parezca cosa de la ciencia ficción, también están trabajando para incorporar la conducción autónoma en la flota y desarrollar el control remoto de equipos. «Los simuladores y la realidad virtual pueden reforzar muchos los programas de entrenamiento. Creo que la tecnología blockchain está pisando fuerte y puede aportar valor en nuestros procesos», asevera Escorihuela…