La «nueva institucionalidad» de la aviación civil aconsejada al Estado uruguayo comienza por la creación de nuevas entidades desconcentradas y que funcionen por fuera del Ministerio de Defensa -así lo hacen actualmente- y sí dentro de otros organismos como el Ministerio de Transporte o Presidencia, en el caso de una futura comisión de investigaciones de accidentes. Esta es una de las principales conclusiones del estudio técnico que media docena de expertos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) desarrolló en Uruguay en los últimos 6 meses.
Una Junta de Aviación Civil que funcione como un ente desconcentrado y vinculado al Ministerio de Transporte y no al de Defensa. Otro organismo que se ocupe de proveedores e insumos. Una organización de orden privado para capacitación técnica y formación de personal. Y una comisión de investigación de accidentes bajo la tutela de Presidencia.
Estas son las cuatro instituciones que la OACI recomienda en la nueva institucionalidad propuesta en su Plan Maestro de Aviación Civil. Hoy en Uruguay la gestión de la Aviación Civil está a cargo de la Dirección Nacional de Aviación e Infraestructura Civil (DINACIA), que depende del Ministerio de Defensa y está integrada por personal militar. En el Ministerio de Transporte funciona una Junta Aeronáutica con caracter de asesoría del Poder Ejecutivo.
«Esto no ha sido una auditoría, sino una búsqueda de oportunidades de mejora en base a un análisis que comenzó con la recopilación de datos y reuniones con múltiples actores del sector público y privado», indicó Juan Díaz Saavedra, jefe del equipo de expertos de OACI, en la presentación del miércoles en Montevideo.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un organismo técnico de Naciones Unidas, aconseja que «el Estado defina su nivel de interés en las instalaciones: estratégico, económico, de conectividad»…