Entrevistamos a Peter Cerdá, vicepresidente regional para las Américas de IATA, con motivo del Aviation Day de Colombia, que tuvo lugar la pasada semana en Bogotá, con una masiva convocatoria que contó con la Ministra de Transportes y el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, además de otros importantes representantes de entidades gubernamentales, parlamentarios, embajadas, más de 350 ejecutivos de la industria local e internacional e importantes CEO de la región.
ATAG publicó un estudio sobre los beneficios de la aviación, que IATA también viene difundiendo desde hace un tiempo, ¿Cuáles son los datos más relevantes y qué significan para la Región y particularmente para Colombia?
En América Latina y El Caribe la aviación hace una enorme contribución al panorama global, generando alrededor de 7.2 millones de puestos de trabajo, incluidos aquellos relacionados con el turismo y aportando unos 156 mil millones de dólares a la actividad económica.
En Colombia también hace una contribución muy significativa a la economía y calidad de vida de sus habitantes, favoreciendo su conectividad, turismo, inversiones e intercambio de bienes y servicios. Las aerolíneas, operadores aeroportuarios, comercios dentro de las terminales, manufactura aeronáutica, proveedores de navegación aérea; así mismo el turismo extranjero que llega por vía aérea, activan la economía local, generando unos 600 mil empleos directos e indirectos, aportando unos US$ 7.5 mil millones a su PIB.
Estos son números grandes y relevantes y por eso es importante destacarlos durante jornadas como esta, donde buscamos afianzar nuestro compromiso de seguir cooperando con los gobiernos para que la aviación siga siendo un importante catalizador para el desarrollo social y económico y la creación de empleo en nuestros países.
¿Cómo podemos ayudar a la aviación a hacer más por Latinoamérica y Colombia?
Con un diálogo abierto entre todos los que formamos parte de la industria y también con los gobiernos. Es importante que nuestra agenda sea una prioridad para todos aquellos que toman las decisiones importantes, para
reducir la burocracia en una región donde la aviación es fundamental para la conectividad, donde las infraestructuras todavía son deficientes y nuestra industria sigue siendo sumamente regulada y gravada.
Las aerolíneas de Latinoamérica y El Caribe han hecho bien su trabajo: En mantenimiento, eficiencia y seguridad están muy bien evaluadas, según demuestran auditorías como IOSA. Han ampliado rutas, favoreciendo la conectividad de la Región, mejorado tarifas, incorporado tecnología. Pero la aviación podría ofrecer todavía un mayor potencial a los países si los gobiernos regulasen con una visión a largo plazo y de manera más global.
Las autoridades colombianas han declarado que prevén movilizar 100 millones de pasajeros para 2030, así como duplicar el transporte de carga en un entorno competitivo, conectado, seguro y sostenible. En este marco el reto es armonizar los planes y políticas del nuevo Gobierno con los de nuestra industria. Queremos que cuenten con nosotros y nos vean como un socio estratégico. Somos un transporte público esencial y un eje que permite estimular positivamente al país.
Las aerolíneas critican la infraestructura existente en muchos de los principales aeropuertos de la Región. ¿Cómo está Colombia en esta materia?
El transporte aéreo está creciendo y lo seguirá haciendo, es un hecho global, es un hecho en Latinoamérica y una realidad en Colombia; que tiene un enorme potencial en temas de conectividad y donde todas las aerolíneas están creciendo, pero todavía se necesita contar con la capacidad suficiente en terminales, pistas y espacio
aéreo. Todo ello alineado con nuestras necesidades técnicas, comerciales y de seguridad. Si no existen terminales adecuadas se limita el crecimiento del tráfico aéreo y de aerolíneas operando. Por varios años este tema parece haber estado rezagado, pero en la actualidad el gobierno, a través de la Aeronáutica Civil y la Agencia
Nacional de Infraestructura (ANI), se han esforzado en transformar los aeropuertos en plataformas acordes a las exigencias actuales de la industria aérea mundial. Hay terminales concesionadas como las de Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena que muestran una imagen muy positiva.
¿Qué pide IATA a los gobiernos de los países integrantes de la Región y a Colombia?
Que nos vean como un aliado. Que trabajemos juntos. Que siga abierto el diálogo y todos participemos en espacios de discusión. Somos una industria excesivamente gravada. La aviación es uno de los pocos sectores que financia fines que no están relacionados con la industria, a través de impuestos. Es necesario que las autoridades nos vean como
un trasporte público esencial y no como un flujo de caja.
Es importante que se tomen en cuenta los beneficios de la aviación para impulsar leyes inteligentes, la normativa en la Región y especialmente en Colombia es muy crítica y castiga mucho a las aerolíneas. El trabajo conjunto de los miembros de la industria- públicos y privados-, propicia decisiones acertadas con resultados inmediatos como es el caso de Cartagena, que redujo en 50 por ciento su tasa aeroportuaria, aumentando así sus visitantes.
La regulación de los derechos del consumidor también necesita de un enfoque colaborativo, gobiernos, aerolíneas y pasajeros compartimos el objetivo de llegar a destino de forma segura, fiable y puntual. Entendemos que tenemos responsabilidades con los consumidores, pero hay factores externos que están fuera de nuestro control y muchas
veces resultamos perjudicados.
Solicitamos una normativa armónica que fomente el crecimiento y no lo frene; estructuras de costos competitivos que lo promuevan y una infraestructura acorde. Necesitamos contar con una mayor flexibilidad, así podremos ofrecer mejores tarifas, coberturas, frecuencias y, en definitiva, dar lo mejor de nuestra industria.
