Con la apariencia de una araña gigante y proporcionando imágenes excepcionales, un ‘drone’ equipado con una cámara, fabricado por una empresa francesa, graba a los esquiadores acrobáticos en los Juegos de Sochi por primera vez en la historia olímpica.
Sobre una pista en la montaña de Rosa Khutor, un ‘drone’ teledirigido sigue de cerca a una esquiadora acrobática en la final del ‘slopestyle’ mientras, al resguardo en una tienda, un cámara mira una pantalla y apunta el objetivo hacia la esquiadora que efectúa piruetas arriesgadas.
Los espectadores de las tribunas no son capaces de percibir el ‘drone’ en lo alto de la pista, pero pueden ver las imágenes que consigue la cámara de alta definición y que son retransmitidas en las pantallas gigantes por el Servicio Olímpico de Emisiones (OBS), organismo de producción del Comité Olímpico Internacional.
«Lo más difícil es precisar la trayectoria y respetar la distancia de seguridad porque si te alejas demasiado, el encuadre no es bueno», explica el piloto del robot, Philippe Delafosse, que antes se dedicaba a manejar helicópteros de competición internacional.
Ligero y silencioso, el ‘drone’, que tiene una envergadura de 1,30 metros y sólo pesa 5 kilos, puede alcanzar los 70km/h, «lo que le permite seguir el ‘slopestyle'», añade Delafosse.
La pequeña aeronave tiene seis hélices y permite conseguir ángulos imposibles para el resto de medios técnicos como las cámaras aéreas que van sobre cables o que se sitúan en grúas, de las que hay varias en Rosa Khutor. Sólo un helicóptero podría rivalizar con el robot, pero sería mucho más caro y molesto por el ruido y las corrientes de aire que generaría.
Los ‘drones’ con cámara son cada vez más utilizados para grabar distintos eventos deportivos por todo el mundo, pero esta es la primera vez que sobrevuelan unos Juegos Olímpicos.
Otro tipo de ‘drones’, decenas de pequeños aviones y helicópteros sin piloto, sobrevuelan Sochi durante los Juegos, pero no para grabar competiciones deportivas. Estos los han desplegado las autoridades rusas para vigilar en todas las direcciones y para luchar contra el terrorismo, dentro del despliegue de seguridad sin precedentes de esta cita.
La aeronave olímpica la fabricó Jean-Luc Fornier, un apasionado de la aeronáutica, que fundó en 2009 una sociedad dedicada a los ‘drones’. Trabaja junto a XD Motion, una pequeña empresa innovadora parisina especialista en vídeo aéreo y en 3D, que obtuvo para los Juegos un contrato con la OBS, que abastece de imágenes a las televisiones de todo el mundo.
«Hace falta un ‘drone’ especial, que pueda volar mucho tiempo, que resista el frío, que no haga ruido que distraiga a los atletas y sea apaz de transmitir imágenes en HD en directo», asegura Fornier, que valora el artefacto en varias decenas de miles de euros. La aeronave a motor, que funciona con pilas que duran 16 minutos y que se cambian regularmente, no se puede usar cuando llueve porque se dañaría la cámara, añade el inventor.
Sobre las pistas, el robot debe estar por lo menos a 30 metros del público, la distancia de seguridad. Lo que no supone un problema para el ‘slopestyle’ porque las…