A solo 100 días del Brexit, la Unión Europea estableció el miércoles medidas a corto plazo para limitar los trastornos en el tráfico aéreo, si Reino Unido deja el bloque sin un acuerdo en marzo.
El objetivo es evitar una interrupción total del tráfico aéreo entre el Reino Unido y la UE –que podría ocurrir en caso de no acuerdo- y garantizar una conectividad básica entre la isla y el continente, siempre y cuando el Gobierno británico garantice las mismas reglas del juego para las aerolíneas europeas.
Para ello, Bruselas propone una tregua de doce meses de forma que las aerolíneas que operan entre el Reino Unido y alguno de los 27 Estados miembros puedan seguir volando temporalmente a través del espacio europeo. No podrán utilizar, en cambio, los aeropuertos europeos como escala en sus servicios de transporte aéreo internacional de pasajeros y de carga.
Además, en este ámbito, Bruselas propone extender nueve meses la validez de las licencias de seguridad aérea y otros nueve meses los permisos para que los operadores británicos puedan seguir importando bienes a la UE, siempre y cuando el Gobierno británico conceda derechos similares a los aviones de carga europeos…