El 787 Dreamliner, estrella de la marca, tiene componentes de 10 países con relaciones contractuales de largo plazo que sería muy costoso terminar.
La eventual aplicación de impuestos a las importaciones en Estados Unidos perjudicará la manufactura de aviones en ese país, en donde Boeing utiliza componentes de cuando menos 10 países (incluido México) para armar el 787 Dreamliner, su avión comercial más avanzado, de acuerdo con una investigación de Business Insider (BI).
El avión lanzado en el 2013 y que en México es utilizado por Aeroméxico, es catalogado como la "Organización de las Naciones Unidas de los avione", por la gran diversidad geográfica de sus componentes; "es un símbolo volador de una economía global interconectada, una con una red global de proveedores que sería difícil desmembrar con políticas de gobierno", se establece en una nota firmada por Benjamin Zhang.
La radiografía del avión es la siguiente: las alas, baterías y parte del fuselaje delantero vienen de Japón, las puntas de las alas de Corea del Sur, las vigas del piso son fabricadas en India, el fuselaje central y los estabilizadores horizontales provienen de Italia, mientras que el equipo de aterrizaje y puertas se importan desde Francia.
Las puertas de acceso a la carga se construyen en Suecia, mientras que de Canadá o Australia se traen los carenados de las alas (revestimientos de algunas partes del avión para mejorar la aerodinámica), así como el borde trasero movible de éstas. Finalmente, de México provienen los inversores de empuje y los motores pueden llegar a ser los Rolls-Royce que se fabrican en el Reino Unido.
"Aunque Boeing tiene una masiva presencia manufacturera en Estados Unidos, ha cultivado una amplia red de socios globales que han invertido miles de millones de dólares durante décadas en su relación comercial con Boeing", dijo Zhang.
Por su grado de interconexiones globales, empresas como Boeing saldrían afectadas si se materializa la pretensión del gobierno estadounidense de Donald Trump de aplicar un impuesto de ajuste fronterizo, que impediría deducir el costo de las importaciones de los países con los que Estados Unidos tiene déficits comerciales.
Ojo por ojo, un riesgo
Además, la potencial aplicación de medidas espejo en los países afectados por los impuestos de Trump, perjudicaría a Boeing, cuyos productos se verían perjudicados en precio frente a los de su competidor Airbus.
"Si México responde a los impuestos de Estados Unidos con los suyos propios, los aviones de Boeing serían más caros y firmas como Aeroméxico podrían preferir los productos de Airbu", dijo a BI Vinay Bhaskara, analista de la firma Airways.
"Si las políticas de Trump afectan a Boeing, Airbus sería el gran beneficiario", coincidió con el medio Richard Aboulafia, vicepresidente de la consultora Teal Group.
Por otro lado, cambiar proveedores extranjeros por socios locales se presenta como una alternativa prácticamente imposible para Boeing, ya que sus suministradores actuales fueron contratados para toda la vida del proyecto del 787 Dreamliner, toda vez que sus inversiones fueron dirigidas a satisfacer necesidades muy especÃficas del aparato…