La aerolínea TAP Air Portugal instaló en un A321 asientos de clase económica dotados de sensores con el objetivo de monitorear los movimientos y comportamiento de los pasajeros durante seis meses.
“Ésta es una innovación trascendental en la historia de la conectividad de la aviación y un gran logro para todo el equipo que hizo que este proyecto fuera un éxito. Como proveedor de soluciones, nuestro objetivo es desarrollar productos innovadores que revolucionarán el futuro de los asientos de los aviones”, dijo Mark Hiller, director ejecutivo de Recaro Aircraft Seating, empresa que instaló los asientos.
El asiento, llamado BL3530, ayuda a documentar numerosas acciones del pasajero que viaja sobre él, como cuántas veces se utiliza la mesa, el uso del reposabrazos, reclinación del asiento, si el cinturón de seguridad está abrochado o simplemente si el asiento está ocupado o no…