Trabajadores de la aviación civil brasileña se reúnen hoy para decidir si paralizan desde mañana sus labores en todo el país en reclamo de mejores condiciones de trabajo y un incremento salarial del ocho por ciento.
Representados por el Sindicado Nacional de Aeronautas, los pilotos, copilotos y auxiliares no alcanzaron en los últimos días un acuerdo con los empresarios del sector, lo cual motivó la intervención del Gobierno federal en las negociaciones, ante el temor de un caos en la transportación áreas en Brasil.
El secretario Nacional de la Aviación (SNA), Moreira Franco, anunció el interés de las autoridades federales de que de las partes logren un consenso para impedir un cataclismo en las terminales aéreas.
Esperamos que prevalezca el buen sentido y se alcance un pacto, pues no podemos tolerar una huelga mañana, cuando arranca la temporada alta de fin de año, lo cual podría afectar el movimiento de 350 mil personas, subrayó.
Ante esta situación, el Tribunal Superior del Trabajo (TST) emitió un mandato en el cual señala que en caso de un paro en la aviación civil solo podrá dejar de trabajar el 20 por ciento de la fuerza laboral.
El otro 80 por ciento deberá garantizar la libre movilidad de personas y mercancías y evitar afectaciones graves a la ciudadanía y a la economía nacional, señala el documento.
El vicepresidente de la SNA, José Adriano Brown, destacó que el diálogo se mantiene estancado en el punto referido a las exigencias sociales, que es rechazado por los empresarios.
Los aviadores demandan mejoras y beneficios durante las horas disponibles en tierra y elevar la calidad en los servicios se que presta en los aeropuertos, indicó.
Los representantes de las compañías presentaron una contrapropuesta que establece un incremento del salario mínimo en un siete por ciento, del sueldo básico en 5,6 por ciento y un ocho por ciento de los bonos para alimentos…
