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Vueling y Repsol, juntos en el primer vuelo con combustible sostenible de la aerolínea

Vueling, aerolínea perteneciente a IAG, realizó el 10 de noviembre, de la mano de Repsol, su primer vuelo con combustible de origen sostenible en la ruta entre Barcelona y Sevilla pionera en la fabricación de este tipo de combustibles en España, en este caso con un SAF (combustibles sostenibles para aviación, por sus siglas en inglés) producido en su complejo industrial de Tarragona a partir de biomasa. Este lote se suma al generado en la refinería de Repsol en Puertollano y al producido a partir de residuos en la de Petronor, instalación que pertenece al Grupo Repsol y se sitúa en Bilbao.

Este vuelo con baja huella de carbono Barcelona – Sevilla ha logrado reducir las emisiones a la atmósfera en 2,5 toneladas de CO2, gracias a la eficiencia que aporta el Airbus A320neo de nueva generación, al uso del biocombustible y a los procedimientos de eficiencia implementados. Vueling cuenta desde 2019 con la tercera flota más joven de Europa con su nuevo A320neo.

El avión ha despegado a las 9:10h desde el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat con dirección al Tourism Innovation Summit (TIS) que comienza hoy en Sevilla y en el que, durante tres días, se anali­zará la sostenibilidad y la innovación en el sector turístico. Además, hoy en la Conferencia de Cambio Climático (COP26), en Glasgow, se debate sobre la transición global hacia el transporte de cero emisio­nes. Vueling cree que los gobiernos deberían fomentar la investigación y desarrollo de este tipo de com­bustibles para que su uso se pueda acelerar y los resultados sean inmediatos.

Vueling lleva desde 2012 incorporando diferentes iniciativas que ayuden en todo lo posible a la reducción de las emisiones. La aeronave, que ha cubierto los 820 kilómetros que separan Barcelona de Sevilla, ha conseguido evitar la emisión de cerca de 63 kg de CO2 gracias a las iniciativas de reducción del peso.

Por ejemplo, Vueling ha sustituido todos los asientos de su flota por un nuevo modelo más ligero, los Slim Seats, y ha digitalizado toda la documentación de sus aviones, eliminando 75 kg de papel por vuelo. Adicionalmente, los pilotos llevan a cabo una serie de medidas de eficiencia operativa como la configura­ción óptima de flaps (alerones cuya función es la de aumentar la sustentación del avión a bajas velocida­des), el uso de un nivel de vuelo y velocidad óptimos, así como otras iniciativas que han permitido que en el vuelo de hoy las emisiones de CO2 liberadas a la atmósfera se hayan reducido en 81 kg.

Además, Aena, en línea con su papel de impulsor y facilitador del sector en materia de descarbonización del transporte aéreo, apoya esta iniciativa y trabaja en proyectos de colaboración para promover la pro­ducción de combustible sostenible con el objetivo de fomentar su uso por parte de las aerolíneas.

Convenio de colaboración

Esta iniciativa forma parte del convenio de colaboración que han firmado Repsol y Vueling para crear un grupo de trabajo y avanzar en la introducción del combustible sostenible en el día a día de la operativa aeronáutica. Tiene como objetivo el impulso de la movilidad sostenible en el sector aéreo mediante el desarrollo y consumo de nuevos combustibles con bajo impacto ambiental, con especial foco en el fo­mento de líneas de investigación en el ámbito de los combustibles alternativos de última generación para la aviación que usen como materia prima fuentes completamente sostenibles como residuos urbanos o biomasa a corto plazo, y el hidrógeno renovable, por ejemplo, a medio y largo plazo.

Estos combustibles sostenibles serán durante los próximos años la opción más segura y eficiente para reducir las emisiones en el transporte aéreo, donde la electrificación no es viable por el momento y el hidrógeno renovable requiere de un mayor grado de madurez tecnológica.

Con este primer vuelo, Vueling avanza en su apuesta por los combustibles sostenibles para la aviación, para afrontar el reto de la descarbonización en la industria aeronáutica. Marco Sansavini, Presidente de Vueling, ha asegurado que “el compromiso de Vueling con el medio ambiente es total”. “El primer vuelo con combustible sostenible es un gran paso en nuestro compromiso por la reducción de emisiones de CO2 y la utilización del 10% de SAF en 2030. Una confirmación de la viabilidad del uso de combustibles de última generación para la aviación que usen como materia prima fuentes completamente sostenibles como residuos urbanos y biomasa”, ha indicado.

Por su parte, Javier Sancho, Director del Complejo Industrial de Repsol en Tarragona, ha afirmado que “ante la importancia que juegan los biocombustibles en la reducción de emisiones, Repsol lleva trabajando desde hace 15 años en la búsqueda de diferentes soluciones de baja huella de carbono aplicadas al transporte y es pionera en la fabricación de combustibles sostenibles de aviación en España, como el lote de biojet fabricado en Tarragona y que se ha utilizado en este vuelo. La producción de biocombustibles es uno de los grandes ejes recogidos en el Plan Estratégico 2021-2025 de Repsol con el objetivo de transformar el negocio industrial y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050”.

La descarbonización del sector aeronáutico

El sector de la aviación avanza decididamente hacia la descarbonización mediante el uso de biocombustibles. La Asociación del Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) se ha comprometido a que la aviación no incremente las emisiones de carbono desde 2020 y se alcance la neutralidad climática en 2050, para lo que está desarrollando diversas iniciativas, entre las que destaca, por su alta aportación a la reducción de CO2, el uso de distintos combustibles sostenibles, como los bio­combustibles y los biocombustibles avanzados producidos a partir de residuos.

El pasado 14 de julio la Comisión Europea presentó el paquete de medidas Fit for 55, que incluye la iniciativa RefuelEU Aviation, cuyo objetivo es impulsar la oferta y demanda de combustibles de aviación sostenibles en la Unión Europea, alcanzando un uso del 2% en 2025, del 5% en 2030 y del 63% en el año 2050. De este modo, se reduce la huella ambiental de la aviación, al tiempo que se contribuye a la consecución de los objetivos climáticos de la Unión Europea.

Repsol es pionera en la fabricación de combustibles sostenibles de aviación en España, y con la produc­ción de combustibles en sus complejos industriales se anticipa a las diferentes medidas que las institu­ciones comunitarias han establecido para fomentar el uso de los combustibles sostenibles de aviación. En este sentido, tanto el SAF obtenido a partir de biomasa como el biocombustible avanzado procedente de residuos están incluidos en la lista de combustibles sostenibles en la Directiva Europea de Energías Renovables.

Objetivo cero emisiones netas en el año 2050

IAG, grupo al que pertenece Vueling, se ha convertido en el primero de Europa que se compromete a operar el 10% de sus vuelos con combustible de aviación sostenible en el año 2030. Vueling, como parte de IAG, comparte la visión de liderar en materia de sostenibilidad dentro del sector aéreo mundial. Por ello, la compañía desarrolla todas sus acciones en el marco del programa Flightpath Net Zero, mediante el cual se ha establecido el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en el año 2050.

Repsol tiene el objetivo de liderar la transición energética, en línea con el Acuerdo de París, y limitar así el incremento de la temperatura global por debajo de los 2ºC. El impulso de los combustibles sostenibles se suma a los proyectos que Repsol ya ha desplegado en eficiencia energética, generación de electricidad baja en emisiones, hidrógeno renovable, economía circular, combustibles sintéticos y captura, uso y al­macenamiento de CO2, y es uno de los principales ejes estratégicos de la compañía para ser cero emi­siones netas en el año 2050.

La compañía cuenta con una estrategia de economía circular desde 2018 que se materializa en más de 230 iniciativas y la ambición de utilizar tres millones de toneladas de residuos anualmente en 2030 como materia prima para sus productos. En octubre de 2020 anunció la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que se pondrá en marcha en 2023. Se ubicará en Cartagena y tendrá una capacidad de 250.000 toneladas anuales de biocombustibles producidos a partir de residuos y válidos para coches, camiones y aviones.

En el puerto de Bilbao, en las inmediaciones de la refinería de Petronor, Repsol tiene previsto construir una de las mayores plantas del mundo de combustibles sintéticos, utilizando hidrógeno renovable y CO2 como únicas materias primas. Esta instalación se pondrá en funcionamiento en 2024 y tendrá una capa­cidad de más de 2.100 toneladas anuales.

Además, el avance tecnológico y el despliegue de proyectos actuales y futuros ha permitido a la compañía aumentar su ambición en los objetivos de reducción de la intensidad de carbono marcados en su Plan Estratégico 2021-2025. La nueva senda de descarbonización para alcanzar la neutralidad en 2050 esta­blece una reducción del Indicador de Intensidad de Carbono del 15% en 2025, del 28% en 2030 y del 55% en 2040, frente a los anteriores del 12%, 25% y 50%, respectivamente.

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