Cuando el 25 de abril pasado el Gobierno prohibió la venta de pasajes con fecha previa al 1° de septiembre, las aerolíneas se prepararon para enfrentar cuatro meses de paralización de su actividad y tomaron ese día como la única luz al final del túnel, el dato que les permitía mantener cierta previsión sobre la continuidad de su negocio. Ahora, cuando falta un mes para septiembre y las aerolíneas ya tienen sus itinerarios de pos pandemia definidos y pasajes vendidos, temen que la línea de salida vuelva a correrse hacia adelante. Y en el Gobierno no aportan ninguna precisión al respecto, sino más bien lo contrario: aseguran que septiembre nunca fue una fecha señalada por ellos como el inicio de la reactivación.
«No manejamos fechas determinadas. Para nosotros septiembre, agosto, noviembre o diciembre es lo mismo y todo depende de cuando la situación sanitaria nos permita disminuir las restricciones que se están imponiendo para tratar de controlar el desarrollo del virus y de que el Presidente modifique el decreto que estableció la suspensión de vuelos», dijo a LA NACION Paola Tamburelli, titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), y quien firmó la resolución 144/2020, que suspendió la venta de pasajes.
Desde lo formal, Tamburelli asegura que la prohibición de vuelos se deriva del decreto presidencial que estableció el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio y sus prórrogas y, por lo tanto, no se puede pensar en una reactivación de la actividad sin una modificación previa de esa norma. En este sentido, la funcionaria anticipó que la autoridad aeronáutica «no va a autorizar vuelos por fuera de aquellos que se aprueban por excepción» y explicó que eso será así incluso si «las aerolíneas presentan itinerarios, solicitudes de vuelos o si interpretaron de otro modo la resolución de ANAC».
¿Qué cambia, entonces, a partir del 1 de septiembre?, le preguntó este medio a Tamburelli. «Se vence la limitación que había impuesto la autoridad aeronáutica a la comercialización de pasajes en vuelos que no estén todavía autorizados por ANAC», señaló. Según argumenta, esa medida tenía como objetivo evitar que varados en situación de desesperación compren pasajes que luego no iban a poder utilizar y que se puso como límite la fecha de septiembre porque se pensó que para ese momento el problema de los varados ya estaría resuelto.
La visión de las líneas aéreas es distinta a la de la autoridad aeronáutica y si de lo que se trata es de una interpretación errónea de las normas, es una confusión generalizada. «Para las aerolíneas la fecha de reinicio es el 1 de septiembre, que es lo que dicen las resoluciones formales emitidas hasta ahora por los organismos», insisten en una aerolínea local, ya preparada para despegar.
Incluso en una carta conjunta de aerolíneas extranjeras enviada ayer a la ANAC se hace la misma lectura. «El 1° de septiembre próximo habrá finalizado la suspensión de vuelos comerciales (y), entendemos ello implicaría que cada línea aérea podría retomar las operaciones en los mismos horarios y frecuencias autorizados previamente a la suspensión de los mismos como resultado de la pandemia», señalan en el texto, en el que demandan alguna precisión.
La carta de las aerolíneas extranjeras fue enviada luego de que fracasaran en el intento de programar en el aeropuerto de Ezeiza frecuencias semanales de vuelos a partir de septiembre, lo que las compañías necesitan hacer al menos con 30 días de anticipación. «Nuestra industria no está en condiciones ni económicas ni financieras de aproximarse aún más al reinicio de operaciones sin tener las precisiones técnicas necesarias que programar un vuelo requiere», apuntaron…
