Este lunes, Australia ha reabierto sus fronteras internacionales a todos los extranjeros vacunados contra la COVID-19, lo que supone el regreso del turismo internacional desde que cerró sus fronteras cuando se declaró la pandemia en marzo de 2020.
Desde la llegada esta mañana del primero de casi 60 vuelos internacionales previstos en la jornada, las lágrimas y los abrazos entre familiares y amigos se entremezclaron con la música y los peluches de koalas y canguros, así como golosinas típicas que se regalaban a los visitantes extranjeros en los aeropuertos.
«No nos hemos visto en más de dos años y medio. Estamos muy emocionados», dijo Sydney Anderson a la cadena pública australiana SBS en el aeropuerto de Sidney al referirse a su hija, quien vive en Estados Unidos y sufrió en cuatro oportunidades el rechazo de su solicitud de visado para entrar en Australia.
La reapertura de fronteras internacionales para los extranjeros con dos dosis de la vacuna contra la COVID-19 que cumplan ciertos requisitos de viaje les permitirá la entrada sin necesidad de cuarentena a casi todo el país, excepto a la región de Australia Occidental, que levantará las restricciones el 3 de marzo.
Los extranjeros sin vacunar y sin una exención médica válida, deberán pedir un permiso especial para entrar a Australia y someterse a una cuarentena en este país, que aplicó unos de los cierres de fronteras y confinamientos más estrictos del mundo.
Recuperación del turismo
La entrada de todos los titulares de visados que estén vacunados es el último paso en la reapertura progresiva de las fronteras internacionales que comenzó en noviembre pasado y supone la reactivación del sector del turismo, que es la cuarta actividad exportadora de Australia.
«Los miles de turistas internacionales que llegan esta semana y muchos más en los próximos meses ayudarán a reactivar el sector turístico, que lo ha pasado mal en los últimos dos años», dijo en un comunicado el director ejecutivo de Qantas, Alan Joyce…