La plataforma de pagos brasileña Elo y el laboratorio de tendencias de mercado TRVL LAB realizaron un detallado estudio “A jornada dos viajantes brasileiros”, que analiza el comportamiento de los pasajeros de la “nueva normalidad” en Brasil, brindando importantes claves para entender cómo se moverá este importante mercado sudamericano.
A diferencia de la gran mayoría de los países de la región, Brasil tuvo una apertura temprana de su turismo. Ya en junio puso en marcha su enorme doméstico y se dispuso a efectuar una acelerada reapertura de destinos, transporte, atractivos y productos, a medida que la pandemia de COVID-19 seguía avanzando hasta convertir al país en el segundo con mayor número de contagios y fallecimientos en el planeta.
Pero este fenómeno ha generado que la demanda turística de este país desarrollara características propias que hacen ilusionar a los receptivos del resto de la región y al propio turismo doméstico de Brasil. En efecto, los brasileños están viajando. Según datos oficiales (del IBGE), agosto fue el cuarto mes consecutivo de crecimiento en cantidad de movimientos turísticos; y a la fecha ya está reabierto el 91% de los hoteles del país. Por eso, la propia IATA ha señalado que los cielos de Brasil estarían recuperados hasta dos años antes que los del resto del continente, o incluso que la media mundial.
Pero, ¿cómo viajarán estos brasileños de la “nueva normalidad”? Para dilucidarlo, la plataforma de pago brasileña Elo, en colaboración con el laboratorio de análisis de mercados TRVL LAB, realizaron un amplio estudio titulado “A jornada dos viajantes brasileiros”, que analiza cómo viajan y, fundamentalmente, cómo piensan viajar en este nuevo escenario.
En ese aspecto, el informe señala que la inspiración y búsqueda, primera etapa del proceso, se realiza hoy mayoritariamente a través de smartphones. Un 79,68% los utiliza en ese momento, y un 69,92% reserva directamente a través de la web, mientras que un 52,79% prefiere antes consultar a través de alguna app de mensajería (especialmente WhatsApp).
De ese universo de viajeros que reservan en línea, el 54,18% contrata de manera directa al proveedor, mientras que un 52,79% escoge hacerlo a través de una OTA. Y otro datos relevante, es que los aéreos y los hoteles son comprados con suma anticipación: el 65,74% lo hace con los alojamientos; y el 58,76% con los vuelos. ¿Con cuánta anticipación? En promedio, tres meses.
En muchos países, el transporte terrestre es el que está motorizando y el que motorizará esta primera etapa de desescalada. Pero el estudio sostiene que en Brasil no: el 54,58% prefiere movilizarse en avión en su próximo viaje, mientras que el 34,26% utilizaría su propio auto.
Respecto al precio, mientras que en algunos mercados ha comenzado a relativizarse su injerencia en las decisiones, en función de la necesidad de un mayor valor agregado vinculado a la seguridad sanitaria, para los brasileños sigue siendo determinante, ya que el 59,49% considera que una buena tarifa es fundamental. Pero eso no descarta lo anterior, dado que el 43,43% también valora la facilidad para la reserva; y el 43,07% la calidad percibida.