La Comisión Europea ha aprobado ya al menos una decena de rescates en el sector aéreo en los cinco primeros meses de pandemia. La mayoría se han materializado en forma de garantías y préstamos que las compañías deberán devolver más adelante, con algunas excepciones como Lufthansa o Alitalia, en las que los Estados han inyectado capital a cambio de acciones.
La ayuda del Gobierno de Ángela Merkel al grupo de aerolíneas Lufthansa es una de las más cuantiosas: 9.000 millones de euros en forma de medidas de estabilización y créditos, dando a cambio una participación en la compañía del 20% al Ejecutivo alemán mediante la suscripción de acciones en una ampliación de capital. “Esta ayuda llega con condiciones, incluido asegurar que el Estado será remunerado, y otras medidas para limitar las distorsiones en el mercado”, aseguró la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Competencia, Margrethe Vestager, tras defender en un comunicado que este apoyo permitirá a la compañía superar las dificultades durante la crisis del coronavirus.
La Comisión Europea también ha dado su bendición al rescate de Condor, filial del grupo turístico británico Thomas Cook, por parte de Alemania a través de un préstamo temporal que asciende a 550 millones de euros.
Air France-KLM ya cuenta con el respaldo de Bruselas para recibir un préstamo del Gobierno galo, dueño del 14% de la aerolínea, por 7.000 millones de euros, de los que 4.000 serán préstamos garantizados por el Estado pero aportados por un consorcio de bancos franceses e internacionales, y los otros 3.000 un préstamo estatal directo.
Esta ayuda se ha visto reforzada con un paquete de 3.400 millones de euros adicionales proveniente del Ejecutivo holandés, dueño de otro 14% del capital. De la misma forma, 2.400 millones corresponden a un esquema de avales públicos para préstamos concedidos por los bancos y el resto es un préstamo subordinado que recibirá directamente del Estado.
Bruselas también ha dado el visto bueno a un préstamo de rescate de 1.200 millones de euros a favor de Transportes Aéreos Portugueses (TAP) y una inyección de 133 millones para la aerolínea lusa SATA. A su vez, el Ejecutivo comunitario ha aprobado las ayudas financieras de Dinamarca y Suecia a Scandinavian Airlines Services (SAS) por aproximadamente 1.000 millones de euros; de Bruselas a Brussels Airlines por 290 millones de euros; de Austria a Austrian Airlines por 150 millones; y de Finlandia a Finnair, de su propiedad en un 55,8%, por 286 millones.