El 30 de octubre pasado, Argentina reabrió sus fronteras internacionales con sus cinco países limítrofes, como primer paso en su desescalada. En una entrevista con la agencia EFE, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, aseguró que se trata de una medida de “sentido común” y que “no existe ningún riesgo”.
Tal como lo contó HOSTELTUR, el 30 de octubre pasado el Gobierno argentino reabrió sus fronteras internacionales con Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile, siempre que tengan destino exclusivamente al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y presenten un PCR negativo junto a un formulario epidemiológico.
La medida coincide con el inicio de un fuerte descenso de los casos de COVID-19 específicamente en esa región -la más poblada del país-, pero también con el registro de una cantidad de fallecidos por millón de habitantes que se encuentra entre las más altas del mundo; con la consolidación de Brasil en el podio de los más afectados del planeta; y con el anunciado cierre de Uruguay durante el próximo verano. Aún así, este próximo lunes la nación austral pasará del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) al Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (Diaspo).
En ese complejo contexto, el ministro de Turismo y Deportes de la Argentina, Matías Lammens, dialogó con la agencia EFE y fue terminante: «Creemos que con lo que estamos pidiendo, con los recaudos que estamos tomando, no existe ningún riesgo».
En efecto, el titular de la cartera reconoció que en el país existe circulación comunitaria del virus (de hecho, hay acumulados 1,2 millones de casos). «Es verdad que Argentina hoy, si bien tiene una situación sanitaria que va mejorando día, tiene circulación comunitaria», indicó, pero aseveró que eso no imposibilita esta incipiente reapertura “a otros lugares donde la circulación comunitaria sea la misma o menor”. Por eso, opinó que se trata de “una medida que tiene sentido común, que tiene sensatez”.
Dado que las fronteras de Chile todavía están cerradas y Uruguay, como se señalaba, exigirá cuarentena al regreso a sus ciudadanos, la apuesta más fuerte entre sus limítrofes está en Brasil que, además, es su histórico principal emisor. Pero apesar de la conocida situación epidemiológica de su vecino, Lammens indicó que no se tomará «ninguna precaución superior» con los turistas que procedan de ese país.
Sin dudas, la economía es uno de los argumentos clave para la medida. “Son más de ocho meses sin facturar”, enfatizó el funcionario, y explicó: “Es un sector que es importante, no solamente por lo que representa para la economía nacional, sino también porque es una actividad muy federal, a lo largo y ancho del país, y es una actividad profundamente redistributiva”.
Más allá de que para Argentina el turismo representa cerca del 9% del PIB nacional y es el cuarto complejo exportador del país, también es cierto que para muchos de sus destinos es la principal fuente de ingresos, como ocurre con destinos como Iguazú, Bariloche, Ushuaia o la Costa Atlántica. Por eso, Lammens no necesitó explicar mucho más: “Si no tomábamos estas medidas, el impacto económico, solamente en términos de pérdidas de empleo, hubiera sido muy importante”.
Justamente, entre esas medidas está el programa PreViaje, impulsado desde hace meses por la propia cartera, pero que entró en vigencia durante los primeros días de octubre. En resumen, les permite a los pasajeros argentinos que compren anticipadamente su viaje para 2021 obtener una devolución del 50% del valor de ese viaje, para gastar en productos y servicios turísticos en ese u otro destino nacional.
Aunque el inicio fue lento y las cifras no fueron las esperadas, Lammens aseguró que a la fecha ya se registraron 150.000 inscriptos en la plataforma creada para ese fin. “Será una gran herramienta para el sostenimiento del sector», subrayó, y explicó que les da a los empresarios la posibilidad de «facturar ahora»…
