Aunque en muchas partes del mundo la pandemia pareciera cosa del pasado, Nueva Zelanda recibió hoy por primera vez en más de dos años sus primeros visitantes extranjeros, aparte de los australianos.
Las terminales de arribo de los aeropuertos internacionales de Auckland y Wellington, que permanecieron desoladas por mucho tiempo, se llenaron este lunes de pasajeros de diversas nacionalidades y de celebraciones acompañadas de cantos maoríes, abrazos y lágrimas.
Desde marzo de 2020, las terminales de llegada de los aeropuertos internacionales de Nueva Zelanda han estado casi vacías, ya que el país cerró rápidamente sus fronteras para evitar el ingreso del Covid-19.
Pero el lunes por la mañana, Nueva Zelanda finalmente reabrió sus fronteras a los visitantes vacunados de unos 60 países con exención de visado como parte del plan de flexibilización gradual del gobierno.
Los primeros viajeros aterrizaron poco después de las 6 de la mañana (hora local) en el Aeropuerto Internacional de Auckland en un vuelo procedente de Los Ángeles, y poco después llegó otro vuelo desde San Francisco.
Los visitantes internacionales vacunados pueden entrar en Nueva Zelanda si han dado negativo en la prueba de coronavirus previa a su salida. Al llegar deben someterse a otra prueba, y a menos que el resultado sea positivo, no deberán autoaislarse.
Todos los demás visitantes internacionales podrán entrar en Nueva Zelanda a partir de octubre, a menos que el gobierno decida que es seguro hacerlo antes.
El ministro de Turismo, Stuart Nash, que recibió a los llegados con una barra de chocolate Whittaker’s Peanut Slab, dijo a 1News que los reencuentros casi lo hacen llorar.
Golpe al turismo
El país es conocido desde hace tiempo por sus impresionantes paisajes y su oferta de turismo de aventura, como el salto en bungy y el esquí. Antes de la pandemia, más de tres millones de turistas lo visitaban cada año, representando el 20% de los ingresos extranjeros de Nueva Zelanda y más del 5% de la economía general.
El ministro de Turismo aseguró que, aunque el país aún no ha vuelto a la normalidad, la reapertura de fronteras fue un paso más hacia ella. “El día de hoy marca un hito para los visitantes de nuestros principales mercados del hemisferio norte: Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Corea del Sur, Japón, Singapur, Malasia, Canadá y otros, que ahora pueden subirse a un avión para venir aquí”, señaló Nash.
Más de 30.000 personas están llegando al país cada semana, lo que supone un aumento respecto a las cifras de toda la pandemia, pero muy por debajo de los niveles anteriores, que eran de cerca de 25.000 personas al día.
La directora ejecutiva del aeropuerto de Auckland, Carrie Hurihanganui, declaró que el lunes llegarían y saldrían 9000 pasajeros en 43 vuelos internacionales, el triple que en marzo. El aeropuerto ha aumentado su personal en 40 personas, y seguirá haciéndolo en los próximos meses, añadió.
“Ha sido un placer estar aquí hoy, y el hecho de que podamos desempeñar un papel en la bienvenida a la gente de vuelta a Aotearoa es fantástico”, dijo a 1News fuera de la puerta de llegadas…