Los trotamundos saben lo que es tratar de dormir enrollado en un plástico duro en la silla de un aeropuerto, por horas, mientras esperan que salga su próximo vuelo. Pero no tiene porque ser así.
Los hoteles de paso están haciendo que los viajes largos y de múltiples vuelos sean cada vez más tolerables.
Son hoteles de estancias cortas ubicados dentro de los controles de seguridad de los aeropuertos y cercanos a las terminales. Los pasajeros pueden bajarse del avión y registrarse en una habitación para descansar entre dos vuelos largos. No se requiere de visa para quedarse en ellos en un país determinado.
Las tarifas de los hoteles de paso varían, pero suelen ser más baratos que los hoteles tradicionales. Se requieren estadías mínimas de seis horas, en promedio.
Los servicios estándares incluyen una cama, un escritorio, baño, ducha y acceso a internet, pero muchos hoteles de paso tienen servicios premium con gimnasios y spas…