Pasaban unos minutos de las nueve de la noche del 22 de septiembre de 2013 cuando el vuelo IB3471 de Iberia, procedente de Zurich (Suiza) se disponía a tomar tierra en la pista18L del aeropuerto de Barajas.
A bordo del Airbus A319-100 iban 98 pasajeros y cinco tripulantes "“dos pilotos y tres auxiliares-. Cuando el avión se encuentra próximo a la cabecera del piloto, se encuentra con la presencia de un vehÃculo del aeropuerto.
Minutos antes, el vehÃculo había recibido autorización de la torre de control para proceder a realizar una inspección de la pista. Se había detectado un problema relacionado con aves.
Sin embargo, de forma paralela, el avión había recibido luz verde de la torre para aterrizar. Tras detectar el vehÃculo en las inmediaciones de la cabecera de la pista y sobrevolarlo para evitarlo, consigue tomar tierra de forma segura.
No se produjo ningún daño humano o material, pero el incidente provocó la apertura de una investigación por parte de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil.
Informe preliminar de la CIAIAC
Las conclusiones previas al informe final de la investigación de la CIAIAC indican que se produjo un fallo de comunicación entre la torre y el vehÃculo del servicio de operaciones de Barajas.
Según los detalles del incidente, la torre trató de alertar en múltiples ocasiones al vehÃculo de la presencia inminente del avión. Sin embargo, en ninguna de esas llamadas se consiguió hablar con técnico que iba a bordo.
La investigación ha analizado la cobertura de radio del aeropuerto, determinando que esta cumple con los requisitos mínimos normativos. También determinó que los equipos de comunicaciones funcionaron correctamente…
