La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, en siglas en inglés) reportó que, hasta el 2 de diciembre de 2019, 227 personas habían fallecido en accidentes aéreos, además de 10 muertes más en tierra relacionadas con uno de estos accidentes. Esta cifra parcial representa un número inferior al registrado en 2018.
En total, en 2018 se registraron 62 accidentes, de los cuales 11 fueron fatales dejando un saldo de 523 muertes. En comparación, en 2019 se han producido 23 accidentes aéreos de los cuales 6 han sido fatales. El más conocido de estos fue el ocurrido el 10 de marzo con el vuelo ET302 de Ethiopian Airlines.
En relación a la crisis MAX, que dejó a este modelo de avión en tierra este año, la IATA pidió confianza por parte de todos los estados y aerolíneas en el mundo para que la aeronave se reintegre a la industria.
“El público viajero necesita confianza en la integridad del avión y, por lo tanto, si un estado lo restablece al servicio, no debería haber ninguna indicativa de otros estados de que no se está de acuerdo con la acción”, puntualizó la Asociación.
Así, la IATA estableció un panorama más optimista en cuestión de seguridad para concluir el 2019 y de cara al 2020. Según su evaluación a nivel regional, sólo África y Norteamérica subieron en su índice de accidentes.
No obstante, para seguir garantizando la seguridad de la industria la IATA recomendó que la certificación de aeronaves se convierta en un aspecto fundamental, no solo para el B737 MAX sino también para todos los aviones futuros…