Dentro de una serie de pruebas sin precedentes, Boeing y la Universidad de Arizona han determinado que las soluciones de limpieza actuales implantadas por las aerolíneas destruyen de forma efectiva el virus que causa COVID-19. Boeing completó las pruebas en el marco de su Iniciativa de Viajes Seguros (Confident Travel Initiative — CTI) como medida de apoyo a los clientes y para mejorar la seguridad y el bienestar de los pasajeros y las tripulaciones durante la pandemia del coronavirus.
Las pruebas se realizaron durante el verano, en un avión Boeing vacío y contra un virus vivo llamado MS2. El Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Arizona correlacionó esos resultados con el SARS-CoV-2, el virus que provoca la enfermedad COVID-19, en un entorno seguro de laboratorio.
“Aunque estas soluciones de limpieza se habían probado en otros entornos, las condiciones en un avión son diferentes. Para nosotros era esencial evaluar y confirmar que los productos químicos y las técnicas que recomendamos a nuestros clientes son efectivos y que se han probado en las situaciones más extremas” comentó Mike Delaney, que lidera los trabajos de Boeing en el marco del CTI. «Con la colaboración de la Universidad de Arizona, y gracias a su dilatada experiencia en virología, hemos conseguido hacer exactamente eso».
El MS2, un virus seguro e inocuo para los humanos, es más difícil de eliminar que el SARS-CoV-2. El virus MS2 se utiliza desde hace años en estudios científicos e industriales, pero nunca antes se había empleado en la cabina de un avión. La Universidad de Arizona proporcionó el virus MS2 y analizó los resultados de las pruebas.
“Este estudio nos ha permitido probar y validar por primera vez que las soluciones de desinfección matan al virus SARS-CoV-2 en un avión”, declaró el Dr. Charles Gerba, microbiólogo de la Universidad de Arizona. “Es importante destacar que no hablamos únicamente del SARS-CoV-2, sino también de otros virus y microorganismos. Con la implantación de esta estrategia de desinfección, me siento muy seguro a la hora de viajar”.
El estudio colocó muestras del virus MS2 en puntos estratégicos de mayor contacto dentro de la cabina, como las bandejas, los reposabrazos, los cojines de los asientos, los compartimentos superiores, y dentro de los lavabos y la zona de cocina. Los técnicos desinfectaron cada zona con varios productos y tecnologías. Se aplicaron productos químicos desinfectantes mediante dos técnicas: limpieza manual y con un pulverizador electrostático, un dispositivo que aplica una pulverización fina del líquido desinfectante en cuestión. Las pruebas también evaluaron el funcionamiento de la lámpara de luz ultravioleta portátil de Boeing y de los recubrimientos antimicrobianos. Los recubrimientos antimicrobianos, que tienen larga duración, acaban con los gérmenes y virus sobre las superficies.
La Universidad de Arizona analizó todas las zonas después de la desinfección para determinar el grado de efectividad. Los resultados mostraron que todos los productos, métodos y tecnologías consiguieron eliminar el virus MS2.
Boeing y la Universidad de Arizona siguen haciendo pruebas en laboratorio con los métodos de limpieza recomendados contra el SARS-CoV-2 y otros virus para continuar validando su eficacia.