Las empresas le están apostando a la clase económica premium como una nueva oportunidad de enviar a sus directivos a conferencias y reuniones de trabajo sin tener que pagar las altas tarifas de la clase business.
Y es que esta ubicación, que ofrece más espacios entre asientos, mejor comida y mayor reclinación del respaldo y que están situados entre los business class y los de turista, han ido ganando más espacio en las cabinas.
Por ejemplo, hace dos décadas la taiwanesa Eva Air y la británica Virgin ofrecen esta opción y, recientemente, compañías como Iberia, Air France, entre otras están ofreciendo esta opción en cada vez más vuelos intercontinentales.
Según un análisis de Trabber.com, por un precio que ronda entre el 75% y el 100% de la tarifa más barata de turista, el viajero cuenta con unos 20 centímetros en la anchura del asiento y unos 30 o 40 de distancia con la siguiente fila.
Adicional a esto, aunque los asientos no se convierten en cama, se reclinan lo suficiente para permitir al pasajero dormir bastante mejor en vuelos de larga distancia.
“Se dan casos curiosos en los que a veces cuesta lo mismo viajar en clase turista regular o en clase turismo premium gracias a las agresivas ofertas que algunas compañías están lanzando, en especial entre Europa y América Latina, como es el caso de Iberia según se puede encontrar en el comparador de precios”, asegura Trabber…
