La última de las numerosas colas y esperas que debemos soportar cuando viajamos en avión es la del embarque. Los que ya están dentro buscan su sitio y, sobre todo, hueco para su equipaje de mano, ralentizando la entrada en el avión de quienes aún esperan en la cola. La mayoría de las compañías abordan este problema haciendo entrar primero en el avión a quienes tienen su asiento en la zona más alejada de la puerta, es decir, detrás del todo. Parece de sentido común, porque así, mientras ellos se tiran su tiempo colocándose y colocando el equipaje, dejan libre más sitio para que la cola avance que si se empezara por delante.
Sin embargo, Jason Steffen, astrofísico de la Universidad Northwestern en EEUU, no cree que el sistema tenga tantas ventajas, porque la cola se sigue atascando y muy pocas personas pueden colocar su equipaje a la vez. «Lo único que consigues es trasladar la cola de fuera a dentro del avión», asegura a la revista Wired, «pero la cola no se mueve más rápido».
Steffen ha creado un modelo matemático para probar la eficiencia de distintos sistemas de embarque basado en la premisas de que todo el mundo se mueve hasta que la cola se para o llega a su asiento. A partir de ahà empezó a ejecutar la simulación eligiendo de forma aleatoria a dos pasajeros e intercambiando sus sitios en la cola. Poco a poco, un esquema fue emergiendo de las simulaciones, sistema que Steffen considera el más rápido para realizar el embarque: en concreto es aproximadamente cinco veces más rápido que el tradicional…