Con una pista central de 4 100 metros y dos laterales de 3 500 metros cada una, su apuesta es convertirse en el aeropuerto intercontinental más grande de América Latina.
El futuro aeronáutico de Guayaquil está en Daular, a 26 kilómetros de la ciudad y seis metros sobre el nivel del mar.
Será el aeropuerto más moderno del país y competirá con los mejores de la región.
Para financiar su construcción, a un costo estimado en $850 millones, la empresa Tagsa, concesionaria del aeropuerto José Joaquín de Olmedo, entrega el 50,25% de sus ingresos a la Fundación Municipal Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG).
El proyecto empezó en 2009 con la elaboración de un estudio de aeronavegabilidad y el levantamiento satelital a cargo la consultora estadounidense Mitre.
El estudio, que se realizó en un radio de 50 kilómetros a la redonda, a un costo de $55 mil, incluye un análisis de las condiciones meteorológicas, las capas de nubes, la visibilidad, la lluvia, la temperatura, la velocidad y la dirección del viento.
Expertos de la firma también evaluaron la aproximación de tormentas, el tipo de suelo, la hidrografía, el traslado de energía eléctrica, combustible, las facilidadfes para servicios de Internet, así como de agua potable y la habilitación de vías terrestres.
La investigación determinó queDaular puede tener tres pistas para aterrizajes simultáneos.
Según Nicolás Romero, gerente de la AAG, esa capacidad solo la ostentan en el mundo seis aeropuertos de Estados Unidos.
Además, la AAG contrató a Nicholas Carter para que realizara un estudio sobre el riesgo aviario. Para ello se colocó un radar infrarrojo comprado en Israel, a fin de detectar aves a una distancia de 20 km y a una altura de 5 km.
También han sido habilitado los servicios de agua potable, alcantarillado y una planta de tratamiento de aguas servidas, además de una vía paralela en el lado norte del moderno puerto.
Hace dos semanas, Leig Fisher entregó a la AAG el plan maestro que costó de $1,8 millones.
El documento especifica el área donde serán ubicadas las terminales de pasajeros, de carga y otras instalaciones. Todas con planos de ampliaciones futuras.
Con todos esos avances, las autoridades aeronáuticas iniciaron la licitación de las obras.
El nuevo aeropuerto tendrá una pista central de 4 100 metros y dos laterales de 3 500 metros cada una. Gracias a ello, los aviones podrán despegar desde Guayaquil a todo el mundo.
El proyecto incluye una terminal internacional, una zona de carga y áreas logísticas. Como obras complementarias se construirán dos autopistas , mínimo de cuatro carriles, con peaje.
